Ante la llegada de miles de migrantes, Grecia convierte un buque en campo de refugiados
CRISIS. La mayoría de las familias son sirios que huyeron de la guerra y que permanecían en Turquía, país que abrió sus fronteras el fin de semana.
Un buque de la Armada griega, destinado a acoger provisionalmente a las familias de refugiados llegadas en los últimos días, atracó en la isla de Lesbos, donde la situación pende de un hilo a pesar de que el mal tiempo ha frenado las llegadas de botes.
Centenares de refugiados y migrantes, que decidieron echarse a la mar tras la apertura de la frontera por parte de Turquía, esperaron al raso durante toda la mañana para poder embarcar, junto a los autobuses donde durmieron en el puerto de Mitilene.
Las autoridades llevaron a pequeños grupos para registrar sus datos antes de dejarlos subir a la embarcación, que ha pasado de transportar blindados a convertirse en campo de refugiados flotante. El buque permanecerá en el puerto de Mitilene unos días, aunque aún no se ha concretado qué será de estas familias después.
Tras la apertura de la frontera por parte de Turquía el pasado viernes después de que 33 de sus soldados murieran en el norte de Siria, la crisis migratoria ha vivido un grave repunte.
Como respuesta, el Gobierno heleno ha tomado varias medidas de urgencia, entre las que se encuentra la controvertida cancelación durante un mes del derecho al asilo, algo que Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha negado que tenga justificación legal. "Ni la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 ni la legislación sobre asilo y refugio de la Unión Europea proveen de ninguna base legal la suspensión de la aceptación de solicitudes de asilo", declaró Acnur.
Separar a los migrantes que desembarquen en sus costas en marzo de los 20.000 refugiados y solicitantes de asilo que ya malviven en Lesbos es una medida que interesa al primer ministro, Kyriakos Mitsotakis.
Además, las protestas y hostilidades por parte de algunos isleños en los últimos días contra refugiados, trabajadores de ONG y periodistas tenían como objetivo que el mayor campo de Grecia y Europa, el de Moria, no acoja a más personas y, de momento, este albergue flotante evita tanto que el medio millar de personas que han llegado estos días vayan a ese campo.
Algunos reportes hablan de 130.000 mil refugiados que ya han cruzado a Grecia y que se habrían producido al menos dos muertes, lo que el Gobierno heleno ha negado. La unión Europea, a su vez, dijo que "no tolerará" el paso irregular de inmigrantes y exigió a Turquía tomar medidas.