Según el último boletín estadístico de los delitos que fueron tramitados por la Fiscalía de Chile durante el 2019, en la región hubo 3.643 denuncias de violencia intrafamiliar desde el primero de enero hasta el 31 de diciembre en la Región de Atacama y en términos generales sólo un 11% de ellas tuvo una sentencia definitiva condenatoria.
El informe también devela que dentro de estas denuncias, 2.043 concluyeron en un término judicial y 1.264 en una salida no judicial.
Además, 421 de las causas tienen un término judicial tienen "sentencia definitiva condenatoria", 710 con "suspensión condicional del procedimiento" y 511 por "sobreseimiento definitivo 240".
Es más, el documento detalla que un 76% víctimas, de las que tienen registro, por VIF, son mujeres.
Al respecto, Camila Morales, abogada y socia de la Asociación de Abogadas Feminista de Atacama explicó que este fenómeno se debe por diversas causas, pero principalmente porque "hay muchas mujeres que por miedo, por dependencia no continúan con los procesos judiciales".
En ese contexto, señaló que "la VIF se establece dentro del marco jurídico legal, eso significa que la ley 20.066 establece un concepto de violencia intrafamiliar y lo que protege este marco jurídico es la familia, no precisamente a las mujer como tal".
En efecto, precisó que "los procesos judiciales no pueden tratar de la misma forma la investigación y el juzgamiento en los hechos de violencia contra la mujer (...) con un delito cualquiera. como robo, droga, etcétera".
Asimismo sostuvo que "los procesos judiciales todavía trata estos casos como cualquier otro tipo de delito. Cuando una mujer se retracta, es muy difícil que el órgano persecutor que en este caso es el Ministerio Público y el Tribunal, entienda este factor. Entonces todo el peso de este proceso, queda en una víctima que tiene su declaración y su vida día a día".
Morales aseveró que para un delito de carácter común "la víctima se siente víctima y quiere castigo para su victimario, en los casos de VIF no es un imputado desconocido, entonces la víctima siempre genera una sensación ambivalente respecto de esta figura".
"Eso incita a que caigan en el fenómeno de retractación y no quiere decir que no hayan pasado las cosas como pasaron, sino que existe un elemento que hace que la víctima vaya cambiando su relato, porque está sacrificando su sentir individual por un sentir comunitario, familiar, de dependencia", dijo.
Violencia de género
Entre las causales más comunes que Morales identifica "son los distintos factores de dependencia que pueda generar con su agresor, como (la VIF) es en este contexto familiar, existe dependencia económica, emocional, por los hijos en común, de patrones culturales como el estar soltera, el apostar por el matrimonio y sacrificar las autonomías de la mujer respecto a la condición que está culturalmente validada, que es esta institución de la familia y este rol que ocupa la mujer en la familia", planteó.
Agregando que "obviamente si el agresor es el único proveedor del sistema familiar, lo sacamos porque cumple una medida cautelar o porque esta cumpliendo una sanción, todo ese sistema de familia se ve desequilibrado".
Organismos internacionales
En torno a la forma en que se aborda actualmente la violencia de género en contexto de VIF, la abogada consideró que existe una gran crítica, al sistema actual, que establecen todos los organismos internacionales al momento de aplicar las convenciones de derechos humanos, que relevan a la mujer como un sujeto de derecho.
En este sentido sostuvo que "tenemos este problema en que existen unas condiciones donde la mujer recién se está incorporando a espacios laborales, como regla general, pero todavía existen muchas brechas de género, entonces el marco jurídico debería establecer o entender estas diferencias para que se aplique de manera igualitaria para estos casos".
Es por esto que Morales concluyó que "ser víctima de un delito te pone en una situación de vulnerabilidad, pero ser víctima y mujer, es doblemente vulnerable, si es ser víctima mujer y niña, mucho más vulnerable y ahí tenemos un montón de factores. Nosotros no podemos trabajar de manera lineal todos los procesos, porque eso es injusto".
Seremi
Por otra parte, la seremi de la Mujer y Equidad de Genero de la Región de Atacama, Jessica Gómez, se refirió a estos hechos manifestando que "según los números que manejamos, lamentablemente para nosotras, la violencia no para, ha continuado y por lo mismo, nosotros realizamos los mayores esfuerzos en continuar con las campañas que tenemos".
Añadiendo que "las estadísticas nos demuestran que una mujer demora alrededor de siete años en realizar algún tipo de denuncia y solicitar una primera ayuda, y esto responde a que la violencia no es solamente la física sino que también es una violencia psicológica, económica, entonces lo importante es dar los primeros pasos y saber dónde ir, con quien dirigirse, de qué manera yo puedo ir a orientarme para terminar finalmente con una denuncia".
"Es un proceso un poco difícil que enfrentan las mujeres, ellas tienden a estar en una condición de aislamiento social, aislamiento desde el trabajo, con la familia, aislamiento con su grupo más cercano, entonces, ojalá empezar a recuperar y fortalecer estas redes más cercanas, que a lo mejor hubo alguna ruptura en algún momento y de solicitar esta ayuda", argumentó.
Fono ayuda
Sobre el acompañamiento que realiza la Seremi en Atacama, Gómez informó que "nosotros acá en la región, contamos con centro de la mujer que son ejecutados a través de los municipios en los cuales se realiza un trabajo de acompañamiento y de poder fortalecer y acompañar a las mujeres que sufren algún tipo de violencia, para que puedan ser acompañadas por profesionales ya sea de psicólogo, asistentes sociales, orientadores familiares y también de abogados cuando necesiten la asesoría jurídica cuando están enfrentando procesos de denuncia, procesos de divorcio".
"Hay un fono que es el 1455 en el cual las mujeres pueden llamar para recibir un tipo de orientación y saber qué hacer, dónde ir, con quien acudir, es un fono que funciona las 24 horas del día de manera gratuita y las personas pueden llamar también de manera anónima, para recibir algún tipo de orientación", finalizó.
"Todavía existen muchas brechas de género, entonces el marco jurídico debería establecer o entender estas diferencias para que se aplique de manera igualitaria para estos casos".
Camila Morales, abogada y social de la Asociación de Abogadas Feministas de Atacama.