Patrimonio y turismo de la selfie
Las vacaciones son una de las conquistas sociales más universales del mundo laboral moderno, uno de los fenómenos colectivos más esperados por la ciudadanía. Una nueva extensión del tiempo conquistado durante todo un año o más y que nos ofrece la ruptura espacial del entorno más cercano, abriendo nuevas fronteras físicas y mentales.
Por ello es totalmente condenable que entre quienes tengan el privilegio de conocer nuevas fronteras haya personas que dañen el patrimonio, como fue lo sucedido en el Cerro Unitas en el Gigante de Atacama y en las Torres del Paine. Lamentablemente, en numerosos lugares del mundo se ha destruido el patrimonio, incluyendo un saqueo continuo a la memoria de los pueblos originarios.
El caso es que hoy muchos turistas parecen estar en la búsqueda de emociones relacionadas con la hedonía y la recreación extrema, en vez de querer hacer comunidad y valorar los espacios. Hoy es un turismo de la selfie y del yo, con una cierta compulsión narcisista y una permanente necesidad de aprobación, aceptación y status. Experiencia muy lejana a la conquista social del vacacionar con el objetivo de hacer comunidad, poniendo en valor a los otros, dejando hablar al lugar con sus silencios.
Si tiene la oportunidad de vacacionar, acérquese al patrimonio cultural del lugar. El patrimonio, tangible e intangible, en cualquier sociedad es considerado como algo propio, una referencia para enfrentar problemas de cualquier tipo, desde grandes crisis hasta preguntas de la vida cotidiana. El patrimonio es una guía para realizar aspiraciones y proyectos, para imaginar, gozar y expresarse.
Pero tenga en cuenta que no hay un solo patrimonio cultural en cada región o país, sino que pueden coexistir diversas culturas al interior de cada sociedad. Esa diversidad no significa la anulación del otro, ni tampoco la destrucción sistemática del patrimonio a causa de las diferencias.
En esta temporada estival, y a pesar de las desigualdades en el acceso a los bienes culturales, tenga una actitud de integración e inclusión, para conocer y comprender su entorno. Este es el primer paso para enfrentar cualquier desafío sociocultural, ante los cuales hoy estamos en América Latina y el mundo, en estas fechas y meses.
José Albuccó, académico de la Universidad Católica Silva Henríquez
¿Demanda laboral al PC?
Aunque el dicho dice que una golondrina no hace verano, pero resulta curioso que una trabajadora chilena de 72 años haya presentado una demanda en contra del PC por desconocer que existió con ella una relación laboral por largos 30 años, tiempo en que les cuidaba una parcela ubicada en "Lo Barnechea" y que según cuenta era para el esparcimiento de sus dirigentes...
Muy rápidamente el PC salió a negar dicha relación laboral, alegando que ella se había tomado el terreno...
Palabras más, palabras menos, acusaciones más, acusaciones menos, descargos más, descargos menos...
Tal vez como una manera de demostrar que si había "muy buena onda y confianza" entre ella y el PC, la trabajadora manifiesta que en el año 1996, le tocó cocinar y atender a Fidel Castro, en su visita a Chile por la VI Cumbre Iberoamericana de presidentes...
Aunque el dicho dice que una golondrina no hace verano, es muy curioso, que el PC que tiene a los trabajadores y trabajadoras en el pináculo de la pirámide de sus prioridades y tal vez como la razón principal de su existencia, su "leitmotiv", tenga este entrevero judicial relacionado con lo laboral y además por no pagar las debidas y justas remuneraciones con sus respectivas imposiciones legales, irregularidades que han formado parte de su discurso político partidista a lo largo de los años, para defender el derecho de los trabajadores y de las trabajadoras, la justicia ya dijo su última palabra, 170 millones de pesos deberá pagar el PC a la trabajadora... ¿Olvido, falta de caja, las campañas electorales, otras preocupaciones, etcétera?, lo más importante es que la trabajadora tenga lo que le corresponde y se merece por ley y que es finalmente por lo que decididamente lucha el PC se cumpla con todos los trabajadores y trabajadoras de Chile...
Luis Enrique Soler