F. Arbulú / Agencias
La del domingo fue, tal vez, una de las noches más dulces en la vida de Bong Joon-ho. Ello porque el director surcoreano de 50 años consiguió ganar cuatro categorías de los premios Oscar gracias a su película "Parásitos", consiguiendo con ello marcar varios hitos en la historia de la Academia.
Tal como estaba previsto, el cineasta se llevó las estatuillas a mejor guión original y película internacional (antes llamada extranjera). "Estoy listo para beber de esta noche hasta mañana", bromeó Bong tras recibir su segundo galardón de la noche, porque ni en sus sueños -ni en las casas de apuestas- estaba la opción que ganase dirección y largometraje del año, las que finalmente obtuvo.
De esta manera, la cinta se convirtió en la primera proveniente de Corea del Sur en obtener la estatuilla en el apartado internacional; y también en ser la única, hasta ahora, de habla no inglesa en haber ganado el Oscar en la categoría de mejor película. Asimismo, en las 92 entregas de premios una misma cinta había ganado ambos apartados hasta "Parásitos".
Siguiendo con las curiosidades históricas, el filme fue el primero tras "Marty" (1955) en obtener la Palma de Oro del Festival de Cannes y luego el premio de la Academia. Y por si fuera poco, Bong igualó el récord de mayor número de estatuillas recibidas por un individuo en una sola noche, el que ostentaba Walt Disney desde 1954 cuando recibió cuatro trofeos como productor de cuatro cintas distintas.
Una larga carrera
Los Oscar que se llevó a casa Bong Joon-ho es la culminación de una carrera internacional que comenzó en 2003 con "Memories of Murder", cinta inspirada en la historia real del primer asesino en serie conocido en Corea, y por la cual obtuvo la Concha de Plata en San Sebastián.
Eso lo pondría en la óptica de algunos directores y programadores de cine fuera de su país natal. Algo que el propio realizador agradeció tras recibir la estatuilla a mejor dirección: "Cuando la gente de EE.UU. no estaba familiarizada con mis películas, Quentin (Tarantino, con quien competía en la categoría) siempre ponía mis películas en su lista".
Le siguió el rotundo éxito de taquilla "The Host" (2006), en el que retrata a un gobierno incompetente que se ve indefenso tras un desastre. Su película "Snowpiercer" (2013) describió un futuro distópico en el que los últimos humanos en la Tierra, que sobrevivieron a un intento fallido de detener el calentamiento global, viajan sin parar en un tren separado según la clase, y las revueltas que estallan en los vagones de la clase baja.
El realizador también pasó por momentos difíciles, ya que fue uno de los miles de artistas incluidos en la lista negra y se les negó fondos gubernamentales bajo el gobierno de la conservadora ex Presidenta Park Geun-hye (2013 - 2017) por sus opiniones supuestamente críticas de su administración. Tras las protestas de millones de personas, Park fue expulsado de su cargo y ahora está cumpliendo una pena de prisión de décadas por corrupción.
Ese mismo año apareció "Okja", una producción de Netflix sobre una chica de campo que intenta salvar a una bestia genéticamente modificada de una codiciosa empresa multinacional. La cinta no pudo aspirar a un premio de Cannes, pero suscitó importantes debates sobre la cría industrial y la explotación animal.
Bong "no es un cineasta que ha salido de la nada, ha sido un director asentado durante casi veinte años y ha hecho películas excepcionales", destacó Jason Bechervaise, profesor de la Universidad Soongsil Cyber de Corea, en entrevista con AFP.
Felicitaciones presidente
Las reacciones en Corea no se hicieron esperar. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, dijo estar muy feliz por el reconocimiento internacional al cine de su país: "Extiendo mi agradecimiento especialmente por dar sentido a la valentía y al orgullo del pueblo". "Estoy muy orgulloso del director Bong Joon-ho y del reparto", añadió.
"Me caen las lágrimas", escribió un usuario de Twitter. "Estoy orgulloso de Bong Joon-ho. Es increíble escuchar discursos de aceptación en coreano", acotó el compatriota del realizador. Otro internauta se preguntaba si no habría que crear un día festivo para conmemorar la victoria.
La actriz canadiense Sandra Oh, hija de inmigrantes surcoreanos que fue una de las presentadoras de la gala, dijo estar "orgullosa" de sus raíces. "Espero que todos los cineastas coreanos compartan este momento y estén orgullosos porque fue el trabajo enormemente duro y el profesionalismo de toda la industria el que hizo posible una película como 'Parásitos'", afirmó por su parte Darcy Paquet, crítica cinematográfica que vive en Seúl e hizo los subtítulos en inglés de la película.
Apertura cultural
Pero el éxito del realizador también es la culminación de una cinematografía que en las últimas décadas apuesta por el riesgo y la crítica social. La llamada Nueva Ola de Cine Coreano se inició en la década de los 90, tras la llegada de la democracia a Corea del Sur, y empezó a alcanzar notoriedad a partir del 2000 con la complicidad del gobierno y de los festivales internacionales para dar a conocer el talento artístico, según explicó a Efe Gloria Fernández, experta en cine coreano y fundadora de Cine Asia.
Entre los que se pueden mencionar se encuentran Park Chan-wook, que ganó el Gran Premio en el Festival de Cine de Cannes 2004 con su thriller "Oldboy", y recibió críticas variadas por su obra "Stoker", un thriller en inglés protagonizada por Nicole Kidman. A éste se suman nombres como Kim Ki-duk, Kim Ji-woon, Lee Chang-dong o Hong Sang-soo.
Diversos estilísticamente, estos autores tienen algunos elementos en común: "Todos están muy arraigados a lo que pasa en su país, la historia y la actualidad, y son muy críticos; en sus películas siempre encontramos elementos que definen a la sociedad coreana".
Además suelen apostar por guiones arriesgados y por mezclar géneros, como hace "Parásitos", que empieza como un drama social y deriva en auténtico terror sin renunciar a un humor de lo más irreverente.
Por otra parte, la aclamación internacional de la cinta sólo destaca el surgimiento de Corea del Sur como una potencia cultural global. Ello porque era sólo cuestión de tiempo antes de que las películas surcoreanas y otros productos culturales pop ganaran más aceptación en Occidente, considerando la dinámica escena cultural de Corea del Sur, que ha madurado junto con su democracia, según Chin Jungkwon, crítico cultural a AP.
Como muestra un botón: el K-pop ha cosechado un gran número de seguidores internacionales con un número creciente de fans de EE.UU. Con "Map of the Soul: Persona", el grupo BTS se convirtió el año pasado en los primeros músicos desde que los Beatles en estrenar tres álbumes consecutivos en la cima de la lista de Billboard en menos de un año.
Por otra parte, los dramas televisivos de Corea del Sur, que desencadenaron la "ola coreana" original a principios de la década de 2000, siguen siendo grandes en Asia y otras regiones como el Oriente Medio. Sólo en Netflix se pueden encontrar varios títulos provenientes de esta industria.
De allí que algunos expertos consideran que era cuestión de tiempo que la industria coreana comenzara a brillar en el mundo.