Funas: el nuevo dolor de cabeza de algunos artistas
Ernesto Belloni, el Huaso Filomeno, Kike Morandé y Karol Dance han recibido críticas y demuestra que la mentalidad de los chilenos está cambiando. La mentalidad de los chilenos está cambiando, y lo vulgar va quedando atrás, en donde siempre debe primar el respeto, tanto para el espectador como para el artista.
Ahora fue el turno de Ernesto Belloni. Nuevamente las funas son parte de los shows de diversos artistas nacionales, quienes han recibido críticas por parte del público en diversos festivales y espectáculos a nivel nacional, algo que se acrecentó tras el estallido socoial de octubre. Pero lo de Belloni y su personaje "Che Copete" es simplemente la crítica a lo vulgar, demostrando que los tiempos ya cambiaron en el país.
Este típico personaje de "borrachín" que nació a comienzo de los años 90, ya no es una carta infalible de humor, ya que siempre estuvo cargado con un mensaje de vulgaridad y a ratos, un poco falto de respeto hacia las mujeres, que en algún minuto fue visto con inocencia, pero que en los tiempos actuales es todo lo contrario. Algo parecido pasó en festivales que se desarrollaron las últimas semanas en el sur del país, como fue el caso del "Huaso Filomeno", que recibió hasta piedrazos en una rutina que ya venía critica en redes sociales tras unos chites catalogado con machistas por parte de los usuarios.
A los humoristas también se suma las pifias que recibió el animador de televisión Kike Morandé, también por el mismo motivo, el rechazo de los espectadores a algunas supuestas actitudes que ha tenido el animador durante los últimos años en diversos programas de televisión.
Por último, sin dudas el gran perjudicado por la funas ha sido el animador de televisión y radio, Karol Lucero, conocido como Karol Dance, cuyo nombre ha salido en cuanta marcha se ha realizado en el país, incluso transformándose en una especie de "estandarte" del movimiento social.
Pero sin dudas, estas funas marcan una tendencia, en donde la comunidad ya no tolera el abuso ni siquiera en algún chiste que en el paso hacía reír, lo que obliga a los artistas a tener más cuidados con sus performance en diversos espectáculos.
La mentalidad de los chilenos está cambiando, y lo vulgar va quedando atrás, en donde siempre debe primar el respeto, tanto para el espectador como para el artista.