Los investigadores James Robinson y Daron Acemoglu publicaron recientemente el texto "Por qué fracasan los países: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza", un texto muy interesante y más en el momento que vive Chile y el mundo.
Sin duda estamos en tiempos políticos, probablemente los más relevantes en 30 años en todo el planeta, con el retroceso de las democracias representativas liberales, el avance de las derechas más extremas, añadiendo cuestionamientos a los modelos económicos y al rol mismo del Estado.
A propósito, dicen los autores, que estamos en un momento global donde el Estado se está volviendo más activo nuevamente, después de cuatro décadas de desregulaciones y baja de impuestos, que han "creado desigualdades y procesos modernizadores".
Para enfrentar el primer efecto, los autores sostienen que lo fundamental es generar una reforma educacional profunda, que cambie el sistema y aumente las oportunidades, con abrir oportunidades de trabajo, para los emprendedores y para la competencia, es decir, todo lo que permita bajar las barreras que hay en la sociedad chilena para llegar a la cima, reconociendo que el sistema educativo chileno es fundamentalmente no inclusivo y es un vehículo que perpetúa los privilegios.
Fue lo que hizo Inglaterra en 1870, cuando abrieron el sistema educacional, la educación pública, a una escala masiva, para todos, incluida la clase trabajadora, los más pobres. Eso incentivó la movilidad social y fue la base del éxito económico del siglo XX.
Y es lo que los chilenos debe hacer, con un esfuerzo que seguramente implicará subir los impuestos a un sector, lo que debe ser bien explicado evitando discursos incendiarios, sino explicando por qué le conviene al país ejecutar tales transformaciones.
Los autores enfatizaron, para el caso específico de Chile, que el mejor camino es el de invertir en las personas y reducir los privilegios. Pero debe insistirse, que se requiere un consenso nacional en la materia, la convicción de que se hace lo correcto para mejorar las oportunidades para todos y no para algunos es el centro de la demanda y la solución para el futuro.