El olvido del senador Montes
El senador, don Carlos Montes cuando hace la siguiente declaración: "He tomado la decisión de no seguir siendo parlamentario"
Simplemente se olvidó de que no depende de su sola decisión el que siga ó no siga de senador en el Congreso, se olvidó que dependería de la decisión de los electores, "la cosa no es, quiero seguir, entonces sigo", en realidad el tema es "Quieren que siga ó quieren que pare", este olvido del senador Carlos Montes, con 30 años en el Congreso, de ignorar, de no escuchar, de no considerar la opinión de la gente, ó la decisión de los electores, de dar todo por sentado, no ha sido, ni es solo de parte de él, sino que ha sido y es muy propio de la Familia Política & Asociados en pleno, por los últimos 40 años, y es por ello la sostenida caída en su aprobación en el tiempo y que hoy la tienen con un paupérrimo porcentaje de credibilidad y confianza entre los chilenos según la reciente encuesta CEP y además como parte del problema y no como parte de la solución de la crisis que tiene hoy Chile...
Luis Soler Milla
ERNC para 2020
El 2019 fue un gran año para la energía solar en Chile. Mantuvo su lugar como la fuente líder en generación renovable y, acorde a las proyecciones para el año que comienza, continuará con esta posición.
Los proyectos fotovoltaicos suman, en capacidad instalada, 2.648 MW, lo que la posiciona por sobre otras renovables, con la eólica en segundo lugar. Esta misma situación se da también en otros dos ámbitos: en centrales y proyectos que se encuentra en construcción, con 1.625 MW solares versus 1.035 MW generados por el viento y en proyectos que cuentan con Resolución de Calificación Ambiental. En estos últimos la diferencia se hace más notoria aun, con 17.670 MW de producción gracias al sol y 11.076 MW en próximos proyectos eólicos.
Todos estos números muestran que año a año, gracias a las características del terreno y clima presentes en Chile, la energía solar, junto con las demás ERNC, más que ser del futuro, son la energía del presente.
Nataliia Savkiv
Cristofascismo
Varios evangélicos se han alegrado de que Dios haya vuelto a sus palacios presidenciales, ocurrió con Trump, con la Presidenta de Bolivia y con el Presidente de Brasil. En otros países candidatos evangélicos militantes, con agenda propia, han disputado elecciones presidenciales y parlamentarias en América Latina. Los evangélicos, sobre todo los pentecostales ahora concuerdan con candidatos que suscriben su agenda valórica: rechazo al aborto, al matrimonio homosexual, a la laicidad en la sociedad y en las escuelas y por expresión pública de la fe. Esta coincidencia hace que se vote, incluso por inercia, por candidatos conservadores y neoliberales. Esto es nuevo puesto que en América Latina y en Chile, en particular, los evangélicos votaban por candidatos más de centroizquierda y no conservadores; quizás porque en Chile los conservadores fueron católicos. Pero hoy día el progresismo ha levantado banderas históricamente de derecha, como son el aborto y el matrimonio homosexual.
Por eso que, paradójicamente, iglesias evangélicas de inmigrantes han proclamado a Trump como una figura del cristianismo americano, una de ellas lo proclamó como Apóstol. Sin embargo, las iglesias evangélicas más históricas no han seguido el ímpetu oficialista de los pentecostales de nuevo cuño que apoyan a Trump, lo acusan de homofóbico, xenófobo y de enemigo de la ecología. La prestigiosa revista "Christianity Today" ha sostenido que la inmoralidad, la codicia y la corrupción del presidente Trump, su divisionismo y la discriminación racial, su crueldad y hostilidad hacia los inmigrantes y refugiados con evidentes abusos de poder". Esta es una revista del evangelismo americano clásico.
En el resto de América Latina, el fundamentalismo evangélico hace una alianza tácita con el catolicismo fundamentalista; pues les une una agenda valórica en contra de una centroizquierda progre que podría recoger los argumentos del socialismo español anticatólico y con una laicidad persecutoria del catolicismo y del cristianismo, en general, y no de todas las confesiones religiosas, como el islam o los cultos africanos, por ejemplo. En la línea de Trump, Brasil es un caso donde los evangélicos llegaron al poder indirectamente; la elección del presidente del país les permitió obstruir toda agenda homofílica, antisexista, xenofílica y ecológica. Incluso han prestado sus nombres para apoyar el racismo hacia las comunidades indígenas.
Algunos parlamentos han invitado a pastores a presidir oraciones en las cámaras, lo que personeros católicos no habrían podido hacer. En El Salvador la diputada Eileen Romero presentó un proyecto para que las escuelas, obligatoriamente, leyeran la Biblia. Estos grupos de cariz religioso torcieron el destino histórico del evangelismo en gran medida por el abandono del centro político y de la izquierda, el progresismo en general, cuyos valores históricos imperceptiblemente cambiaron. La rutina era la misma, los emblemas también; pero los nuevos valores con nuevo lenguaje se metieron subrepticiamente y surgieron banderas para ocultar el viraje ideológico en materias de socioeconómicas.
Rodrigo Larraín