Niñas y niños salieron a las calles para disfrutar de sus regalos tras la Navidad en Copaipó
TRADICIÓN. Como cada año los pequeños fueron los que más disfrutaron con la festividad y el Viejito Pascuero, quienes se vieron contentos estrenando sus obsequios posterior a la Noche Buena.
Como ya es tradición cada año y posterior a la Noche Buena, familias entre madres, padres, niñas y niños, salieron ayer a las calles de Copiapó para celebrar una nueva Navidad, donde los más contentos fueron los pequeños del hogar quienes disfrutaron de los regalos que les obsequió el viejito pascuero.
Y a pesar del fuerte calor que se sintió en la capital regional, niñas y niños se pudieron ver con sus padres, principalmente en la Plaza de Armas de la ciudad, compartiendo la jornada festiva que este año estuvo marcada por la contingencia nacional a raíz del estallido social, según opinaron los adultos.
Regalos
Juguetes eléctricos, muñecas, figuras de acción y "Scooters", fueron los principales regalos recibidos por los pequeños que se pudieron visibilizar en el centro de Copiapó.
En compañía de su papá, el pequeño Mateo de cinco años, recorrió la Plaza junto a un auto eléctrico verde a control remoto que le llegó como obsequio la Noche Buena.
Al ser consultado por el regalo hecho por el viejito pascuero, Mateo dijo que "lo que más me gustó del juguete es que es grande y a control remoto. Otros regalos que me dio fue un Nintendo DS con el Mario Bross y una pistola de agua (...) me gustan los regalos que hace el viejito pascuero".
Mientras que su padre, Giovanni, respecto a este nuevo año de celebración navideña, enfatizó que "creo que se vivió un poco diferente por lo que está ocurriendo en el país ante el estallido social, pero los niños no tienen mucha noción de ello por lo que es oportuno seguir llenándolos del espíritu navideño y de su creencia en el Viejo Pascuero".
Asimismo, Edward de cinco años, quien se encontraba junto a sus padres a un costado de la Plaza, expresó que recibió como regalos una pistola de agua, un tren de juguete, un camión y caramelos.
Pero sin dudas la anécdota más particular fue su encuentro con el viejito pascuero la noche de navidad. "Vi al viejito pascuero en una camioneta entregando dulces pero no alcancé a que me regalara algunos. Pasó por una casa y yo le dije ¿Hay caramelos? y él me dijo (acentuando con la mano) que no le quedaban. Pero le hablé y me saludó", explicó su experiencia Edward.
Su madre, Camila Ledezma, puntualizó que Edward compartió con su familia paterna como materna la Navidad, siguiendo una tradición desde que nació, a pesar de que "este año fue un poco diferente debido al estallido social, que él puntualmente si se ha dado cuenta de lo que está pasando en las calles (...) sin embargo para él, la Navidad es un conjunto de cosas que desde el principio de diciembre empieza a disfrutar y a sentir felicidad", sostuvo.
Por su parte, Amil Soruco, un ciudadano de nacionalidad boliviana que se trasladó hasta la capital regional junto a su familia este año, indicó referente a la primera Navidad celebrada en Chile, que "fue provechosa entre conocidos y familiares, donde intercambiamos regalos, amigo secreto y una cena, que es de la misma forma como se hace acá, aunque allá (Bolivia) se realizan juegos pirotécnicos en las casas, algo que vimos no llevan a cabo acá".
Finalmente su hijo, Yael, comentó que recibió distintos juguetes como regalos navideños, pero que su favorito fue una armadura de caballero medieval que "tiene una máscara, una flecha, una espada y un escudo que me gustó mucho".