Región de Atacama
El modelo de desarrollo de Chile ha generado un apartheid económico. En efecto, vivimos la discriminación de una mayoría de población que no tiene capacidad adquisitiva real ni acceso a bienes y servicios. La Región de Atacama no es ajena a este proceso, viéndose en primer lugar invisibilizada y luego postergada por la Autoridad Central en la asignación de recursos y en las decisiones fundamentales como entrega de insumos y especialidades médicas en hospitales, calidad y acceso del agua potable, acceso a energía eléctrica, obras de manejo de riesgos naturales como aluviones y crecidas, nulo interés en resolver la contaminación de la Bahía de Chañaral y la permanencia de pasivos ambientales en torno a sectores poblados y la instalación de la zona de sacrificio ambiental en el Puerto de Huasco, sumándose hoy también Paipote - Tierra Amarilla, ratificando el extractivismo de recursos naturales con medidas ambientales insuficientes o nulas y sin la generación de valor agregado.
Lo anterior es además contradicción profunda considerando el aporte de Atacama al PIB Nacional y el aporte en ERNC a la matriz energética, con un escaso retorno a las localidades y ciudades en regiones.
Como Colegio de Geógrafos Capítulo Atacama, rechazamos las decisiones políticas del Estado y del Parlamento que no han resuelto el fondo de las demandas sociales, sino que han profundizado la fragmentación social, económica y espacial, manteniendo las bajas condiciones y calidad de vida de los habitantes del país y de Atacama. También rechazamos la violencia en todas sus formas, en especial la ejercida desde el Estado que debe ser promotor de ejemplo y organización. Respaldamos las legítimas demandas sociales y nos ponemos a plena disposición para la participación en cabildos, asambleas, encuentros y espacios de diálogo de la sociedad a favor de construir un nuevo modelo económico en un Pacto Social representativo y transversal que identifique los requerimientos locales y los levante definiendo acciones inmediatas, de corto, mediano y largo plazo en escalas local, comunal, regional y nacional, para proponer soluciones efectivas en una agenda programática concreta e inclusiva con foco social y sustentable para un desarrollo país justo, equitativo, innovador y promotor de la igualdad.
Capítulo Atacama del Colegio de Geógrafos de Chile
A reducir las omisiones
En el Hogar de Cristo y con muchas otras organizaciones de la sociedad civil, llevamos décadas trabajando junto a personas y comunidades que están en las fronteras de la exclusión. Desde esa experiencia afirmamos que los más afectados por la crisis social que vivimos son y serán siempre los más pobres y excluidos, tanto por impactos directos, como porque las medidas que se plantean los afectan también directamente, encareciendo la vida y los productos y servicios básicos.
Las distintas caras de la pobreza y la exclusión demandan intervenciones cada vez más complejas, donde la empatía y la sensibilidad son vitales. El aumento del pasaje del metro es para los más vulnerables la gota que rebalsó el vaso, comprendido como un verdadero despojo, y el que no lo entiende así es parte del problema, sobre todo cuando se tiene rango de autoridad.
Urge cuidar en cada paso las tres principales dimensiones de la vida en sociedad, que desde la perspectiva del desarrollo sostenible son: la inclusión social, o sea que todos se beneficien de lo que colaborativamente la sociedad ha podido alcanzar; la sostenibilidad medioambiental, que permita que no nos envenenemos o agotemos los recursos disponible; y la productividad y crecimiento de la economía, las tres imbricadas entre sí. Y en todo esto, los esfuerzos del Estado y de la sociedad civil organizada no pueden omitir a los más pobres. Es en ellos donde debemos focalizar la acción. En este caso, se trata de reducir las omisiones permanentes que hemos cometido con ellos. Y de ver cómo juntos nos ponemos de pie, tal como estamos casi acostumbrados ante los desastres naturales.
José Francisco Yuraszeck, capellán general del Hogar de Cristo
Nicanor Parra
Si don Nicanor Parra aún anduviera por ahí quizás con una leve sonrisa socarrona pensaría en modificar uno de sus artefactos más famosos: "La izquierda y derecha unidas al fin serán vencidas".
El Presidente Allende desde algún lugar del universo diría: "Se los dije, más temprano que tarde se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor".
Y el Presidente Aylwin, clamaría golpeando la mesa: "Es hermosa la tarea por delante de restablecer un clima de respeto y de confianza entre civiles y militares. ¡Si Sr.! civiles y militares, sí compatriotas, Chile es uno solo!".
Gaspar Millas