Hay pocos adjetivos que puedan describir lo que Joaquín Niemann logró ayer, tanto a nivel personal como colectivo.
Sí, porque el chileno tuvo otra gran jornada en el Greenbrier Classic y logró el título con tremendo margen, logrando un score final de -21 y quedando a seis golpes de su más cercano perseguidor, el estadounidense Tom Hoge (-15).
Niemann hace historia. Es el primer título de su corta carrera en el PGA y también el primero para el golf nacional. Un orgullo, ya que además es el tercer jugador fuera de los Estados Unidos en lograr un trofeo del PGA con menos de 21 años.
El nacional de 20 años volvió a exhibir un nivel impecable y consiguió ocho birdies (hoyos 5,8,10,12,13,16,17 y 18) y dos bogeys (banderas 9 y 15), en una jornada en la que estuvo peleando palmo a palmo el trofeo con el estadounidense Richy Werenski, justamente el golfista con el que salió a competir y quien finalmente quedó T3 con -14.
El talagantino no dejó de ser líder nunca. Estuvo acompañado en la punta por momentos con Tom Hoge principalmente y fue escoltado constantemente por Werenski, pero los norteamericanos no pudieron sostenerse y Niemann mantuvo la calma. Nunca estuvo demasiado complicado y supo aguantar de una forma heroica la presión.
El Greenbrier Classic será un torneo especial desde ahora. Marca un antes y un después en la historia del golf chileno y en la incipiente carrera de Niemann.