Emergencias en Atacama
Señor director:
Ante la editorial ¿preparados ante la emergencia? y ante esos antecedentes, considero que deberíamos plantearnos algunas interrogantes, ya que sin planes o con planes, los que difícilmente se pueden aplicar , es decir son letra muerta ante la falta de recursos de los municipios.
Deberíamos preocuparnos de:
La ayuda es enviada desde nivel central ya que en Atacama no se cuenta con recursos ni una bodega de emergencias que satisfaga las necesidades regionales, se depende de una red de proveedores de nivel central.
¿Qué pasaría si esos proveedores y distribuidores fuesen afectados por una catástrofe natural?
¿Qué pasaría si una catástrofe natural corta caminos, rompe pistas de aterrizajes o daña los puertos tal como ocurrió el 27F?
¿Cómo recibiría la región la ayuda?
¿Cuánto tiempo debería esperar una persona (especialmente los menores de edad), en que el estado le entregue los servicios básicos para asegurar su subsistencia sin mayores sufrimientos que los recibidos por la naturaleza?
Todas esas interrogantes nos llevan a pensar que debiéramos tener nuestra propia capacidad de respuesta ante eventos locales, que el Gobierno Regional debería estar preparado para ayudar a sus ciudadanos en el menor tiempo posible. Es una paradoja que estemos a casi un año de elegir a gobernadores regionales para que administren la región de manera descentralizada, pero que no van a poder ayudar a sus ciudadanos si no se cuenta con el visto bueno del centralismo ya que esas atribuciones no fueron delegadas en la nueva ley recientemente aprobada ni en la ley de la Agencia Nacional de Protección Civil.
Mauricio Maturana Munita, profesor de Estado, experto en Prevención de Riesgos
Eutanasia: ¿qué está en juego?
Señor director: Hace pocos días la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que permite la eutanasia. Este hecho nos pone frente a una pregunta fundamental: ¿tiene sentido el sufrimiento humano? La propia experiencia nos muestra que vivir, en algún sentido, significa sufrir. Lo anterior es más profundo aún cuando el sufrimiento físico se vuelve tal que pone a la persona en disyuntivas difíciles de enfrentar. Lo que subyace a todo problema humano es la pregunta sobre el sentido de esta experiencia.
La eutanasia constituye una respuesta negativa a esta pregunta: no tiene sentido. ¿Para qué continuar viviendo si solo es para sufrir? ¿Qué sentido tiene esta experiencia de lo sin-sentido? Así, la eutanasia surge como una respuesta humanitaria, que confirma la conciencia de la falta de sentido, y permite acabar con ella (y, de paso, con la vida entera).
Hay, con todo, una alternativa. Alternativa que no significa acabar con el sufrimiento (lo cual sería un desafío utópico), sino superar la experiencia de lo sin-sentido. En el fondo, el dolor es un misterio cuyo origen no podemos comprender, pero cuya experiencia sí podemos dirigir. Este es el desafío que nos pone por delante la discusión de la eutanasia: convencernos de que todos los hombres podemos y estamos llamados a ser felices, que debemos serlo aquí y ahora, pero no a medias, sino completamente, con todo lo que implica la vida. Como diría Chesterton, la felicidad es verdadera precisamente cuando se alcanza en medio de las cosas que llamamos tristes, como ocurre en medio de una enfermedad terminal.
Cristóbal Aguilera Medina, Facultad de Derecho Universidad Finis Terrae
Desde Chañaral saludan a la Educación Técnico Profesional
Respetado señor: Un día 26 de agosto del año 1942 el Presidente Juan Antonio Rios dió inicio a la Dirección General de Enseñanza Profesional siendo muy conciente que esta modalidad de educación sería un gran aporte para el progreso del país.
Desde aquella fecha han transcurrido 77 años y fue realmente visionario el mandatario porque en la actualidad la Educación Técnico Profesional es una de las opciones preferidas de nuestros jóvenes para continuar estudios que le permitan ir desarrollándose en lo personal y profesional.
Los liceos e instituciones que imparten diferentes especialidades técnicas están formando a futuros y futuras profesionales que serán un gran aporte para el progreso de nuestra querida Atacama.
Espero que en un futuro próximo cuando Chañaral cuente con el anhelado Centro de Formación Técnica éste constituya un gran impulso a nuestro desarrollo local y regional aportando con profesionales de excelencia que por sobre todo ayuden a construir un futuro más próspero en beneficio de las comunidades donde les corresponda desempeñarse.
Felicidades a todos quienes enseñan y estudian en la Educación Técnico Profesional.
Miguel Angel Aguirre