En resumen
-¿Cuáles son las espinas de la clase acomodada que te hacen escribir?
-Me interesa la capacidad que tiene la clase alta de preservar una imagen pulcra y medida frente a los mismos integrantes de su grupo social. Y el arrojo con que, al mismo tiempo, se embarcan en experiencias complejas que por más naturales que sean al ser humano, tratan de esconderlas como si para vivir la vida hubiera un set de reglas rígidas que no pueden romperse. Concebir la vida como un juego inflexible fomenta arranques de rebeldía contra lo establecido.
-¿Cómo y cuándo escribes?
-En periodos de tiempo intensos. Luego dejo de hacerlo, porque me canso de la reclusión. Me viene claustrofobia, me asqueo de mí misma y de la escritura. Escucho la misma música, me alimento de manera similar todos los días y salgo poco. Mientras escribo, "La vieja cuica" sigue viva solo en Instagram. No hago vídeos periódicamente porque me cuesta entrar y salir del humor en el que tengo que estar para hacer un buen vídeo. Pero como todo es cíclico, ya vendrá un nuevo aire de humor de Maria Eugenia.
-¿Olivia, Belen, Isabel, Matilde, Guadalupe, Nenúfar: salieron de algún rincón real de tu memoria?
-Creo que no hay nada Que pueda escribir que no salga de un rincón real, pero al mismo tiempo, no puedo decir que las historias que conté son experiencias textuales vividas por mí o por la gente que me rodea. Creo que escribir un cuento es una mezcla de vivencias mías, de otros, fantasías e ideas que pasan por la cabeza constantemente. No sé de que sirve analizar que tan anclado en la realidad está un cuento.
Además de escribir, Francisca Fuerhake, pinta las escenas de su infancia y juventud.
3 preguntas
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"Nenúfar" (Plaza y Janés) es el flamante libro de relatos en el que Francisca Fuerhake retrata las frustraciones y pérdidas en un mundo acomodado. La narradora es conocida por el personaje que creó para redes sociales, "La vieja cuica", con el que parodia las trizaduras y contradicciones de la clase alta en la voz de María Eugenia y su hija La Catita.
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