La eliminación del fuero parlamentario
Señor director:
En el marco de las reformas institucionales que ha anunciado el gobierno, distintos sectores han propuesto la eliminación del fuero parlamentario. Esta figura prevista en el artículo 61 de nuestra Constitución y cuya tramitación judicial está regulada en el Código Procesal Penal, supone que solo se puede acusar penalmente a un parlamentario o privarlo de libertad, previa declaración de la Corte de Apelaciones respectiva, salvo que se trate de un delito flagrante. Dicho de otro modo, en la actualidad no es posible formalizar a un parlamentario por la comisión de un delito, sin que previamente sea desaforado. En el Chile de hoy ¿se justifica una institución como esta? Evidentemente no, dicho fuero no es más que un privilegio que podría haber tenido alguna razonabilidad en el antiguo proceso penal, secreto e inquisitivo, en la actualidad atenta contra la igualdad ante la ley, de seguro alguien podrá argumentar que un parlamentario no está en la misma posición jurídica que otro sujeto y es precisamente esa concepción la que hay que cambiar, en especial porque desde el punto de vista jurídico el actual sistema procesal penal es reconocidamente garantista, por consiguiente menor justificación tiene la existencia de este privilegio parlamentario, ya que también los diputados y senadores son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Cosa distinta ocurre con la denominada inviolabilidad parlamentaria, que faculta a los parlamentarios para emitir opiniones y debatir con libertad en el ejercicio de su función político - legislativa al interior del hemiciclo, criticando al gobierno o a distintos grupos de interés, evidentemente en este caso más que de un privilegio, estamos en presencia de un elemento consustancial a la función parlamentaria, el que se debe mantener.
Sabido es que entre las instituciones que mayor desconfianza generan en la ciudadanía está precisamente el Congreso Nacional y los parlamentarios, avanzar en la eliminación del fuero parlamentario, podría contribuir a que la función legislativa tan trascendente para el devenir de un país y que gozo de tanto prestigio en nuestra historia republicana, vuelva a tener sentido para el ciudadano común.
Emilio Oñate Vera, decano Facultad de Derecho y Humanidades, U.Central
Donación de órganos
Señor director: Actualmente Chile tiene una tasa de cerca de siete donantes por cada millón de habitantes, una cifra que nos pone por debajo de Uruguay, Argentina y Brasil en Latinoamérica y más lejos aún de España, quien tiene una tasa de 36 donantes por millón de habitantes.
¿El motivo? Procesos poco expeditos y eficaces para donar, normas que permitían que la familia optara incluso por sobre la decisión de la persona fallecida. Si bien esto, se modificó con la reciente aprobación de la nueva ley de trasplantes, aún quedaban falencias por saldar. ¿Cómo es posible que, con el nivel de riesgo que conlleva un trasplante y lo crucial que es el tiempo para realizar una cirugía de estas características, solo se pueda realizar en una región del país? ¿A caso no es necesario en otras localidades?
Actualmente, un 7% de pérdidas de órganos por términos logísticos, ese número se compara relativamente bien con las cifras internacionales. Es por esto que, a pesar del problema logístico que hubo al transportar un órgano la semana pasada, se valora la rapidez del anuncio de Gobierno por implementar centros de trasplantes en todas las regiones del país, sobre todo, cuando hablamos de implementación necesaria para realizar una cirugía de ese nivel a lo largo del país.
Un Gobierno puede cometer errores, pero el buen manejo se ve en cómo se aborda el problema y cómo se generan rápidas y buenas soluciones al problema.
María Ignacia Garrido, enfermera universitaria
La lógica de Varela
Hace poco el ex ministro de educación , sostenía que los profesores perderían el respeto de sus estudiantes al marchar y paralizar sus funciones para exigir demandas laborales absolutamente justas e históricas. Por otra parte, otro "intelectual", el extremo derecha, J Kast, señalaba muy suelto de cuerpo que los docentes deberían marchar en fin de semanas , como si la huelga de 13 días de Chuquicamata hubiese tenido el rápido éxito, si hubiese sido llevada a cabo en los días y turnos libres de los mineros, en pocas palabras , un absurdo.
Héctor Martínez