Ayer en las dependencias de la Intendencia de Atacama, se realizó una reunión entre el Gobierno Regional, encabezados por el intendente Patricio Urquieta y representantes de 16 líneas de colectivos de Copiapó, la cual tuvo por objetivo definir una mejor metodología de fiscalización a conductores de este transporte público, a causa de la vinculación del principal formalizado en las desapariciones de Catalina Álvarez y Marina Cabrera, con este gremio.

En ella, los dirigentes de la locomoción colectiva reconocieron que hay un déficit de fiscalización de los colectiveros, por lo que se comprometieron a agudizar aquello con la ayuda de la gobernación local, y así recuperar la confianza de la ciudadanía. "Claro que hay un déficit, sobre todo en las noches, por lo que estaremos muy atentos como dirigentes, vigilando y poniendo más atención en fiscalizar, porque queremos que la gente vuelva a confiar en nosotros, ya que este fue un caso puntual que manchó indirectamente al gremio", declaró Raúl Morgado, presidente de la Fedetach.

Ante el caso en la vinculación del formalizado por los hechos de desapariciones con el gremio de colectiveros, Juan Castillo, presidente de la Fedetacol, fue enfático en reiterar que "no fue un colectivero de nuestras líneas; aquí falló el conductor que le pasó el colectivo a una persona que no debía, de eso estamos claros y todos lo sabemos. Para eso se va a trabajar en conjunto con la autoridad para mejorar el sistema que tenemos", dijo.

Gobierno

Por su parte, respecto a la reunión que tuvieron, el intendente Urquieta indicó que "nosotros les hemos pedido, como un compromiso a los gremios de colectivos, elevar sus estándares de revisión y fiscalización del uso de los vehículos que estén inscritos en sus líneas y naturalmente fortalecer también sus comisiones de disciplina, a fin de poder hacer valer las responsabilidades cuando corresponda ante un mal uso de los vehículos que estén autorizados para transitar por las calles de la ciudad".