Almas acostumbradas
Patricio Urquieta , Intendente de Atacama, Rodrigo Rojas, Rector UST Copiapó
En los últimos meses la región ha enfrentado una serie de sucesos trágicos. La desaparición de tres jóvenes en Copiapó y la muerte por suicido de una estudiante de enseñanza media han conmocionado a una ciudadanía poco habituada a hechos de alto impacto.
La ocurrencia de estos hechos enluta a nuestra capital regional y nos entristece por involucrar en ellos a jóvenes que están iniciando su trayectoria vital.
Nos impacta que alguien se sienta impulsado a terminar con su vida producto de sentirse incomprendido y no acogido entre sus pares y en su entorno escolar. La tendencia de los jóvenes a pensar que la opción de suicidarse es válida como forma de resolver situaciones conflictivas pareciera que sigue una preocupante trayectoria de normalización. Tiempo atrás, profesionales de Santo Tomas que hicieron una intervención en un establecimiento de enseñanza media relataban alarmados el como a través de dibujos, alumnos de primero medio hacían patente que ante situaciones de conflicto el suicidio les parecía una opción que antecedía a otras formas de abordar el problema.
En la desaparición de las tres jóvenes hubo una aparente demora en su búsqueda, lo que consolida la sensación de que para algunos sectores la justicia es lenta y que la investigación se acelera solo cuando adquiere connotación a través de la cobertura de los canales de televisión. Asimismo, la posterior detención de un sospechoso que tenía antecedentes previos y que luego de ello se encontraba en libertad trabajando en un servicio de alta demanda y de contacto entre personas como es la locomoción colectiva, agudizó la percepción de indefensión de numerosas mujeres que se manifestaron por la ciudad.
En ambos casos no podemos dejar de preocuparnos y conmovernos porque somos padres, hijos, hermanos y amigos de quienes pueden ser víctimas de hechos luctuosos que ahora aparecen con mayor riesgo de transformarse en realidad para cualquiera, aumentando la preocupación por la seguridad, especialmente de las mujeres jóvenes.
Días atrás vi una película en que un adolescente le pedía a su madre intervenir cuando en un supermercado veía a un hombre joven que agredía a su pareja, una chica que se observaba indefensa ante la fuerza de él. Ante esto su madre le decía, no debemos meternos pues no es nuestro problema, no debemos intervenir porque el muchacho es violento y es problema de ellos… entonces el niño interpelaba a su madre diciéndole que "más peligroso que tener un alma violenta es tener un alma acostumbrada"...
Entonces, no debemos observar impávidos estos hechos como parte de lo que cotidianamente nos puede suceder. No debemos acostumbrarnos.
Delito imprescriptible y la seguridad pública
Denunciar un abuso sexual siempre será un proceso difícil para la víctima, y probablemente el final de un doloroso camino de recuerdos. Sabemos que las denuncias no siempre se realizarán, sea por miedo, culpa o vergüenza, y que en ocasiones, el mismo proceso penal las revictimiza, inhibiendo también la denuncia del delito. No hay nada más noble que aprender y construir una sociedad que sepa cuidar y proteger la inocencia y la felicidad de nuestros niños. Por eso el Presidente Piñera impulsó y hace pocos días promulgó la ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad. El sentido de esta ley que promulgó el Presidente Piñera es: si las huellas, las cicatrices y el dolor de los delitos cometidos contra niños abusados sexualmente no se borran, no prescriben, tampoco puede borrarse o prescribir la responsabilidad penal de los abusadores. Esto significa que nunca más el paso del tiempo será cómplice de los abusadores de los niños, ni un aliado de la impunidad, porque la responsabilidad será imborrable, tal como lo es el dolor que sufren los niños que son víctimas.
La primera prioridad de la ciudadanía es la seguridad ciudadana, y por eso también es la primera prioridad para nuestro Gobierno. Estamos dando una lucha sin cuartel contra la delincuencia. El Presidente Piñera está impulsando la modernización de las policías, los sistemas de inteligencia, y la incorporación de los municipios a la labor preventiva.
Vivimos días distintos en Copiapó. La investigación de la desaparición de Catalina Alvarez, dirigida por el Ministerio Público y desarrollada por la Policía de investigaciones, está avanzando y a nadie deja indiferente. Desde el Gobierno ofrecimos nuestra ayuda al Fiscal Regional para que tenga todos los medios que le permitan realizar de la mejor manera la investigación. Se sumó una brigada de búsqueda de personas especializada de la PDI, perros entrenados, y apoyo tecnológico por parte de ONEMI a la PDI.
Vamos a seguir fortaleciendo la presencia policial, impulsando las rondas masivas que siempre tienen resultados positivos en detenciones de personas en flagrancia o con órdenes judiciales pendientes; mejorando los recursos, instalaciones y vehículos de las policías, promoviendo el uso de la comisaríavirtual.cl, y la instalación de nuevas cámaras de seguridad del Plan Calle segura. Es una tarea siempre difícil, pero con la colaboración de todos, podremos avanzar hacia una sociedad que brinde más oportunidades de vivir una vida de progreso y tranquilidad.