Pamela Vásquez Fuentes
Dos cabos de Ejército se encuentran internados en el Hospital Militar de Santiago en la unidad de Siquiatría, sus esposas denuncian que están afectados por el acoso laboral que sufrieron en el regimiento de Copiapó.
Los antecedentes fueron dados a conocer por el medio de comunicación digital Interferencia, donde se explica que uno de los cabos intentó terminar con su vida mientras estaba en su casa, su compañero de labores también tendría ideación suicida.
Según una de las esposas de los afectados ambos se desempeñan en el almacén general de vestuario y equipo del Regimiento Nº 23 de Copiapó. Cuando uno de los cabos llegó a trabajar a esta unidad reportó a su superior que faltaban cascos, sin embargo le dijeron que tenía que solucionar el problema por su cuenta. "Desde el 2016 todos los mandos sabían que faltaban 18 cascos".
Para evitar problemas, uno de los cabos habría decidido gastar dinero de su bolsillo para comprar esos cascos en Bío Bío, en Santiago y hasta en la Feria de la Candelaria. De esos cascos que compró sobraban dos, un soldado de tropa preguntó al cabo si sobraba algún casco de los que había comprado porque él lo había perdido. Fue así como se lo vendió.
Los superiores se enteraron del caso y se inició un sumario administrativo para aclarar el caso. "Nunca ha estado sancionado y agotó los medios con la plata que tenía", dijo su esposa.
Incluso, uno de los cabos que llegó al almacén encontró todo desordenado, porque el almacén lo intervinieron. Tras esto, les quitaron las llaves del recinto y estuvieron una semana en el patio, un hostigamiento. "Empezaron acosarlos, a tratarlos mal, estuvieron dando vuelta en el patio sin un puesto de trabajo (...) Les dijeron al medio del patio que la culpa era de ellos "tienen la pura c..., una mala administración".
Ejército
Respecto al caso, el teniente coronel Patricio García, comandante del regimiento, manifestó que "no ha existido ningún mal trato, nosotros estamos preocupados de su situación médica, desde que presentaron su licencia o consultaron al médico por situaciones personales con diagnóstico reservado, ellos fueron derivados al Servicio de Siquiatría del Hospital Militar".
Agregó que "acá no ha habido ninguna denuncia por parte de los funcionarios ni de maltrato, ni de acoso laboral. Lo que sucedió es que en febrero, un soldado de tropa que estaba siendo destinado al sur del país, dio cuenta que un guarda almacén le había ofrecido un casco a cambio de una transacción económica, la que efectivamente se materializó".
El soldado debía devolver su casco para recibir otro casco en el nuevo regimiento donde iba a ser trasladado, pero la especie no llegó al almacén y se lo rebajaron del recibo, según García.
"Nuestro guardaalmacén de material de guerra era quien coordinó esta transacción y que coordinó con un guardalmacén de vestuario para que se rebajara la especie sin que ésta volviera al almacén", dijo.
Por esa razón, el hecho fue informado a la Fiscalía Militar porque podría existir un delito.
Respecto a los cascos señaló Garque "en el almacén no faltaban 18 cascos, están las actas de entrega (...) Es lo que está documentado, si hubiera sido de su propiedad, un caso particular, no hubiera habido problemas, si el problema es que hubo una transacción económica y el casco que faltaba no ingresó al almacén, sino que de lo que había en el almacén le rebajaron la deuda".
"Bolsonaro"
Según algunos militares, el teniente coronel Patricio García, le llaman "El Bolsonaro", consultado respecto al apodo, Patricio García señaló que "uno está expuesto cuando es comandante, que lo ataquen cobardemente en las redes sociales. Si alguien me dice así, que lástima que no me lo pueda decir a la cara. Nadie de frente me lo ha dicho y quien lo publicó en redes sociales está debidamente identificado".