Paola Passig

Mantener la progresividad y la recaudación, y mejorar la situación tributaria de las pymes, son los principios que la oposición -que integra la ex Nueva Mayoría- no está dispuesta a transar para acercar posiciones con La Moneda que acaba de anunciar su reforma tributaria. Manuel Monsalve, jefe de la bancada de diputados del PS, analiza a fondo el escenario que rodea estas negociaciones que están recién comenzando.

¿Se requiere una nueva reforma tributaria tomando en cuenta que hace tan poco comenzó a regir la de Bachelet?

-La del 2014 implicó 3 puntos del PIB, o sea 0,3 %, y aquí es dónde la derecha se contradice porque en ese momento dijo que no era bueno andar discutiendo cambios tributario de manera reiterada porque generan incertidumbre y afecta la inversión. Lo prudente era esperar que la reforma del 2014 se pusiera en marcha - empezó su plena vigencia el 2018-, se dejara pasar un tiempo, se evaluara el efecto, y a partir de esa evaluación se pudieran proponer cambios. Hacer una nueva reforma sin una evaluación seria de la reforma anterior es inoportuno. Más bien afecta la economía que la fortalece.

-¿Qué la parece la propuesta de La Moneda?

-Me parece un mal proyecto. Estamos de acuerdo en la simplificación, pero queremos una reforma tributaria justa y progresiva, y que se demuestre que hay medidas que favorecen el crecimiento económico.

-¿Por qué una mala propuesta?

-Porque el corazón del proyecto, a lo que el Gobierno le ha dado prioridad en la presentación, es lo que se denomina la integración del sistema tributario. En la práctica esto es una disminución de los impuestos, pero no a las empresas porque éstas mantienen una tasa de primera categoría de 27 puntos. En realidad lo que hace la integración es que los dueños de las empresas paguen menos impuestos. Esto significa que de los 833 millones de dólares menos de recaudación para el Estado que implica la integración del sistema tributario, algunos estiman que 400 ó 500 millones de dólares irían a enriquecer el patrimonio del dueño de las empresas. Eso me parece injusto, regresivo, y un retroceso en términos de la progresividad del sistema tributario. Además el Gobierno plantea que para compensar la devolución de impuestos que se la va a hacer a los más ricos, la compensación tendría que venir, por ejemplo, de la boleta electrónica que paga IVA. Por lo tanto, esta nueva recaudación, que compensaría a la anterior, tendría que pagarse a través de impuestos indirectos. ¿Y quiénes pagan impuestos indirectos? Todos los chilenos, pero particularmente las personas de menores ingresos y la clase media. Estaríamos bajando los impuestos y aumentando la renta a los más ricos y compensando eso con mayores impuestos a las clases vulnerables y a la clase media. Eso me parece absolutamente regresivo.

-La tesis es que la reforma apunta a favorecer el crecimiento económico.

-Pero no hay evidencia del Gobierno y a nivel internacional, que diga que hacer que los ricos sean más ricos en términos de sus rentas personales, influya en términos de inversión. Los que invierten tienen un conjunto de criterios por los cuales deciden invertir como la condición económica internacional, las condiciones de mercado, la estabilidad política del país, la certidumbre jurídica de las inversiones. El tema tributario no es lo central a la hora de invertir y no hay ninguna evidencia que devolviendo impuestos a las personas más ricas, se vaya a producir una inversión.

-¿Y cómo se maneja el volumen de la recaudación?

-El proyecto propone que se van a recaudar cerca de mil 400 millones de dólares y hemos sostenido que el informe financiero del Gobierno está errado. Por ejemplo, la boleta electrónica, a la cual se le asigna la posibilidad de recaudar cerca de mil 100 ó mil 200 millones de dólares, es un cálculo completamente equivocado. Esto ha sido ratificado hace unos días, en medio de las conversaciones que ha tenido nuestro equipo técnico con La Moneda, de que en realidad no están en condiciones de garantizar que esa recaudación es posible. Se señala que serían 200 millones de dólares menos. O sea, tampoco se garantiza la capacidad recaudatoria del Estado. Una cuestión importante para mantener las políticas sociales del Estado, y que va a ser más importante para financiar la reforma del sistema de pensiones.

-Las bancadas de oposición aclararon que no están las condiciones para aprobar idea de legislar.

-Nosotros queremos llegar a un acuerdo. Por eso elaboramos un documento donde están los principios en los cuales la oposición está dispuesta a avanzar. Formamos un equipo técnico de buen nivel que se ha reunido con el equipo de Hacienda, con quienes hemos tenido cuatro encuentros. ¿Y qué es lo que hemos dicho? Queremos legislar, pero queremos cambios que recojan parte de los planteamientos de la oposición. Como hasta ahora el Gobierno no ha entregado ninguna propuesta concreta de modificación al proyecto, en ese escenario no podemos aprobar la idea de legislar. Nuestra intención es llegar a un acuerdo si se producen cambios significativos.

-¿Cuáles son esos principios básicos?

-Primero, que se mantenga la progresividad. Yo no estoy de acuerdo con la integración, pero el Gobierno debe garantizar de que las personas con más altos ingresos van a mantener su tasa impositiva y que no van a terminar siendo ellos los beneficiarios de la reforma. Segundo, mantener la capacidad recaudatoria del sector público y tercero, avanzar en el tema de las pymes para que el 100% de ellas pase al 14 TER. Para nosotros este es un tema central y creemos que sí tendría un efecto en el crecimiento y el emprendimiento.

-¿Que el proyecto de rentas regionales venga dentro de la reforma obliga a legislar sí o sí tomando en cuenta que esos recursos son el pie inicial para que empiece a operar la regionalización?

-Lo que tiene que hacer el ministro es entregar de manera más concreta lo que está proponiendo. Hasta ahora ha hecho planteamientos generales que no permiten ni aprobar la idea de legislar ni llegar a un acuerdo. Lo de rentas regionales no sabemos exactamente qué está planteando el Gobierno. Ha dicho que está dispuesto a enviar un proyecto de reforma a las rentas regionales e incorporar algunas cosas en este proyecto de ley de reforma tributaria. Nosotros estamos a favor de las rentas regionales pero el Gobierno debe decir si lo que está dispuesto a incorporar en la reforma tributaria es relevante o no. Hasta ahora no sabemos qué está proponiendo. Los acuerdos requieren mayor precisión, propuestas concretas, con un informe financiero que la acompañe y que haya una evaluación del impacto de lo que se está proponiendo. Hasta ahora el Gobierno no ha hecho eso.

"El proyecto propone que se van a recaudar cerca de mil 400 millones de dólares y hemos sostenido que el informe financiero del Gobierno está errado""

"Lo prudente era esperar que la reforma del 2014 se pusiera en marcha, se dejara pasar un tiempo, se evaluara el efecto, y a partir de esa evaluación se pudieran proponer cambios. Hacer una nueva reforma sin una evaluación seria de la anterior es inoportuno" "Es una mala propuesta porque el corazón del proyecto es lo que se denomina la integración del sistema tributario. En la práctica implica que los dueños de las empresas paguen menos impuestos"."