Pamela Vásquez Fuentes
Era supuestamente una transacción de droga, sin embargo los dos jóvenes que se concertaron para vender el material solo llegaron con un papel metálico y con una pistola amenazaron a un eventual comprador que era funcionario del OS7 de Carabineros. Una estafa que salió mal y que dejó a ambos jóvenes detenidos por robo con intimidación.
Los jóvenes habían publicado mensajes en una aplicación de citas, denominada Grindr y allí podían ofrecer juntarse para efectuar la transacción. Es así como se concertaron con quien le compraría los papelillos, el que realmente era un funcionario policial. El lugar escogido era la plazoleta ubicada en la intersección de calle Los Aromos con el pasaje Los Tamarindos, en la población Santa Elvira.
A las 18 horas del miércoles, el policía estaba al interior de un vehículo a la espera de la llegada de quienes serían microtraficantes. Uno de ellos le envió un mensaje por "WhatsApp", con la finalidad que descendiera del vehículo para realizar la transacción. Los dos jóvenes implicados caminaron hacia quien le compraría la droga y lo hicieron por el pasaje Los Tamarindos.
Posteriormente se ubicaron en parte trasera del automóvil para hacer la venta, uno de ellos tenía un bulto envuelto en una polera de color blanco en sus manos, y le exigió que antes de pasarle la droga pactada (marihuana) quería observar los cien mil pesos.
El comprador le mostró el dinero a los jóvenes, eran cien mil pesos que estaban en el bolsillo pequeño del costado derecho de su pantalón. Uno de los jóvenes le entregó un papel metálico, sin embargo no tenía droga. Al preguntar por qué no se estaba cumpliendo con lo pactado, uno de ellos extrajo de uno de los bolsillos de su pantalón un arma blanca "tipo mariposa", exigiéndole la plata.
Es en ese instante en que el otro de los jóvenes se levantó la polera y le exhibió un arma presumiblemente de fuego, la empuñó y le dijo: "pasa la huea". Los otros compañeros del funcionario policial decidieron actuar y detuvieron a ambos jóvenes por el delito de robo con intimidación en grado de frustrado.
Según lo informado por el fiscal de turno en la audiencia de formalización de cargos, los dos detenidos se concertaron para estafar porque querían hacer parecer que el contenedor de alumnio contenía droga, en este caso marihuana. Es decir, no se trataba de microtraficantes, sino que pretendían engañar. Sin embargo, no les resultó, ya que sin saberlo la víctima resultó ser un policía.
El fiscal solicitó la medida cautelar de prisión preventiva para ambos jóvenes, lo que no fue aceptado por el tribunal, ya que ambos jóvenes no tenían antecedentes penales y son estudiantes de educación superior, por lo tanto el argumento fue que se buscaba evitar mayor contacto criminógeno.
El tribunal determinó que quedaron bajo las medidas cautelares de arresto domiciliario total, arraigo nacional y prohibición de acercarse a la víctima. En la audiencia, el fiscal interpuso un recurso de apelación verbal ante la decisión del tribunal. Esto significa que la Corte de Apelaciones analizará si ambos jóvenes quedan en prisión durante el proceso de la indagatoria.