Asesora del hogar del padre de Farkas busca al magnate para "contarle unos secretos"
PROPÓSITO. La mujer trabajó en la casa de los Farkas en Las Condes por más de dos años, ahí cuidó de Daniel Farkas, padre de Leonardo, quien le confió secretos personales y familiares, los mismos que desde hace diez años siente la necesidad de relevar a Farkas hijo.
Cientos de personas le escriben diariamente al filántropo Leonardo Farkas, ya sea porque necesitan ayuda para un tratamiento médico, reconstruir su hogar luego de una catástrofe o porque requieren encontrar trabajo, la mayoría busca una ayuda económica. Sin embargo, en Copiapó se encuentra una mujer que busca al músico y empresario con un objetivo que dista de lo económico, se trata de Nilda Inés Pineda Lobos.
Nilda tiene 87 años, es oriunda de Tolten y actualmente se encuentra de visita en la casa de su hijo que viven en Copiapó. Hace más de una década trabajó como empleada doméstica en la casa de la familia Farkas ubicada en avenida Los Leones pasaje Traiguen, Las Condes. Ahí estuvo al servicio de Daniel Farkas (padre de Leonardo).
Acercamiento
La octogenaria llegó a trabajar a la casa de los Farkas por mera casualidad, sobre aquello comenta que "vi un aviso en el diario de que se necesitaba alguien para trabajar en una casa y fui a la dirección, como siempre he sido bien presentada cuando fui me dieron el empleo".
Fueron más de dos años los que Nilda estuvo al servicio en la casa de Daniel Farkas, en Las Condes, sobre el lugar y su experiencia ahí comenta que "era una casa blanca de dos pisos muy grande y cómoda, estaba decorada con plantas y cuadros en su interior, era muy agradable".
Además que "a don Daniel le gustaba mucho jugar a las cartas con sus amigos, hasta 20 personas iban a verlo y jugaban cartas, tomaban sus traguitos pero no comían mucho; solo algunas cosas para picar. A eso de las 12 de la noche les preparaba a cada uno un café bien caliente, me acostaba a las dos de la mañana y a las seis estaba en pie".
Las labores de Nilda hicieron que su relación con Daniel Farkas fuese muy cercana, puesto que no solo se dedicó a cocinar y limpiar. También debió asistirlo en sus tareas más personales, ya que para ese entonces Farkas padre presentaba dolores en el cuerpo que le impedían valerse del todo por si mismo.
Al respecto Nilda mencionó que "le dolían sus piernas, yo lo lavaba, lo llevaba al peluquero y le cortaba las uñas. Cuando tenía ganas de salir lo tomaba del brazo y salíamos a dar una vuelta".
Tesoros
Mientras contaba sus anécdotas, Milda sacó unos cassettes y un CD de una bolsa. Todos ellos eran las composiciones musicales de Leonardo Farkas, al mostrarlos la mujer mencionó que "estos son mis tesoros, los recibí directamente de las manos de don Daniel".
En ese momento la mujer abrió la caja del CD para exhibir una dedicatoria escrita en el, donde se puede leer "con mucho cariño para Nilda" seguido de la firma de Leonardo Farkas.
La memoria de Nilda falla por la edad, no es capaz de recordar exactamente en qué años se relacionó con la familia Farkas. No obstante, los momentos más importantes están intactos, como el día en que conoció a Leonardo Farkas en persona.
Sobre aquel momento, la mujer explicó que "una vez fue Leonardo junto a su esposa y las dos niñitas que en ese entonces eran guagüitas, se quedaron más de un mes en la casa y yo les hacía las cosas. Les gustaba como cocinaba, me acuerdo que Leonardo me decía por qué no nos vamos a Florida. Yo le decía ¿y mi hijo? él sabía que yo tenía razón".
Fue en aquella visita que antes de irse Leonardo autografío el disco que Nilda atesora como una de sus posesiones más valiosas, y junto con eso le dejó $20.000 en uno de sus bolsillos.
Secretos
A causa de los cuidados que Nilda entregaba a Daniel Farkas, la mujer cuenta que se generó una confianza entre ambos, producto de esa confianza conversaban de muchas cosas. Daniel le habló a la mujer desde los negocios que tenía, como su viña en Huasco y las minas de hierro, hasta temas más delicados como secretos personales y familiares. Secretos que tras fallecer Daniel el año 2004, solo existen en la mente de Nilda.
Pese a que la salud de Daniel Farkas no era la mejor cuando Nilda trabajó en su casa, a la mujer le asombró y dañó mucho su muerte. Con tristeza dijo que "cuando yo me fui él estaba bien, no sé como pero pasó poco tiempo desde que me yo salí de esa casa. Me enteré por el diario que él había fallecido, fue muy doloroso porque yo lo dejé bien".
Al preguntarle sobre aquellos secretos la mujer se limitó a decir "son cosas personales, no las puedo decir porque son muy personales, secretos familiares. Por eso es que necesito hablar personalmente con Leonardo, no lo voy a hacer por teléfono. Tiene que ser con él en persona".
Búsqueda
Desde que supo sobre la muerte de Daniel Farkas, Nilda se dio a la tarea de encontrar a Leonardo, pues siente que ya es tiempo de que el magnate tenga conocimiento de las cosas que Daniel le contó en vida.
Más de diez años de búsqueda casi le han hecho perder la esperanza, sin embargo, el peso de los secretos que solo ella conoce le dan fuerzas para continuar y moverse entre ciudades con tal de estar cara a cara con Leonardo y sacarse el peso de encima.
En su travesía la mujer visitó Santiago, y llegó a los estudios de TVN para contarle sobre su objetivo a Felipe Camiroaga; "yo sabía que eran íntimos amigos, que se mostraban los autos y salían a pasear. Cuando lo ví le dejé mi número y lo anotó súper apurado, él me llamó y me dijo que iba a llamar a Leonardo para decirle que lo estoy buscando. Después me dio una dirección y las indicaciones para llegar, pero cuando fui no me dejaron ver a Leonardo".
Los ánimos de la mujer decayeron tras aquella visita, ya que su testimonio y su colección musical no fueron argumento suficiente para permitirle llegar hasta Farkas. De ahí en adelante ha seguido ha Farkas a través de lo que publica la prensa, de esa manera se enteró que el empresario visitaría Copiapó en estas fechas y vino a casa de su hijo con la esperanza de verlo.
Al llegar a la capital regional, Nilda le contó a su hijo sobre su necesidad de reunirse con Farkas, quien le escribió al magnate a través de Twitter sin recibir respuesta hasta la actualidad.
Hoy Nilda deposita todas sus esperanzas en que llegue a oídos de Farkas la noticia de que una antigua empleada de la familia tiene un mensaje para él, pues a sus 87 años la salud no le acompaña y asegura que no podrá descansar hasta decirle al filántropo aquellos secretos que le encargaron proteger.