Aún quedan meses para que arranque la nueva Copa Davis, impulsada por la empresa que lidera Gerard Piqué, pero ya hay dos potentes nombres que se desmarcan del renovado torneo. Tanto Novak Djokovic como Roger Federer pusieron en jaque su participación en el certamen, lo que de entrada hace que el certamen pierda algo de peso. El primero en salir a hablar del campeonato fue el serbio. "No sé si la voy a jugar, es algo que tengo que hablar con mi equipo. Pero la fecha de la Copa Davis es muy mala para los grandes jugadores", razonó. "Priorizaré la Copa del Mundo de la ATP. Yo creo que el Mundial debería ser un único gran torneo y no ir por separado pero todo indica que no va a ser así", agregó. Más tarde fue el turno de Federer. "No creo que sea una competición hecha para mí sino para las nuevas generaciones. No sé ni lo que voy a hacer en febrero ni si voy a jugar la gira de tierra el año que viene", indicó. Pese a sus palabras, el tenista suizo señaló que "es verdad que no va a ser nunca la Copa Davis que conocíamos, pero hay que darle una oportunidad y espero que tengan éxito y les guste a los aficionados".