Hace 30 años: El "No" se impone en Atacama con el 54,5% de los votos
CRÓNICA. Protagonistas del plebiscito de 1988 en la región recuerdan cómo fue el proceso. Desde el "No" comentaron el sistema que usaron para tener certeza del conteo de votos y desde el "Sí" dijeron que las encuestas no daban cuenta de la realidad que se vivía en las calles.
Al mediodía del 5 de octubre de 1988 el seremi de Gobierno de la época, Carlos Vilches (UDI), tenía claro que el "No" se impondría con amplia mayoría en Atacama. Finalmente la opción se impuso con el 54,5% de las preferencias, versus el 42,5% del "Sí". Nunca, recordó la ex autoridad del gobierno militar, había visto a tanta gente bajar de los cerros de Copiapó para acudir a una urna a votar. Para él la información que manejaban los asesores del intendente de la época, el ahora general (R) del Ejército -coronel por aquellos años-, Juan Emilio Cheyre, estaba equivocada. Las horas le dieron la razón a Vilches.
Preparación
El triunfo del "No" comenzó su preparación años antes, en 1985, cuando se comenzaron a realizar unas tímidas manifestaciones ciudadanas. "Funas", les llamó la consejera regional Ruth Vega (PS), quien fue coordinadora de la Red de Apoderados de Mesa para el plebiscito y quien comentó que esas pequeñas acciones fueron gatillantes para el cambio que tendría el país tres años después y que fue apoyado desde el extranjero.
De hecho, comentó, ella viajó en varias ocasiones hasta la ciudad de Mendoza, donde se realizaron varios seminarios para "ver cómo lo hacíamos para derrocar al dictador", junto a chilenos que habían sido exiliados por la dictadura cívico militar.
Ya con la elección a la vuelta de la esquina, Vega tuvo la tarea de convencer, conseguir a los apoderados para las 364 mesas de votación que se establecieron en la región y armar el proceso.
"Fue una tarea titánica, porque teníamos que tener apoderados dispuestos a dar la cara y a defender los votos", recordó Vega.
El hito
"Se nos convoca a una marcha nacional que realmente es uno de los elementos más interesantes de la campaña del 'No' en Atacama", dijo el ex dirigente de la campaña del "No" en la provincia del Huasco, David Orellana.
El ahora profesor de historia recuerda que aquella marcha venía desde Arica, haciendo posta por las regiones. "Con ella pudimos ver cómo la libertad pasó por Atacama durante un día", dijo.
Tras aquel hito, la coordinación tomó una decisión. "Luego de esa marcha nos coordinamos para poder levantar un registro paralelo (de conteo) en las votaciones del plebiscito", dijo Orellana. El que daría cierta garantía para quienes querían ver el fin de la dictadura.
El trabajo oficialista
El alcalde de Copiapó de la época fue Carlos Porcile, quien falleció en 2004. Su sucesor, Eduardo Esteffan quien asumió después del plebiscito, recordó que aquellos fueron días tensos, no solo el mismo 5 de octubre, sino los días previos a la votación.
"Fueron muchos días tensos, porque hubo mucha suspicacia, había mucha desconfianza. Yo hice todo lo posible por relajar a la gente, decirle que fuera tranquila a votar porque se iba a respetar el resultado", comentó Esteffan.
El trabajo de las autoridades oficialistas estaba enfocado en predicar las bondades del gobierno militar, pero a diferencia de los militantes por el "No", la campaña oficialista había partido tres meses antes de la elección y debía enfrentar el violento pasado producto de la toma del poder.
"Mi trabajo fue difundir al máximo la campaña de lo que significaba votar "Sí" por el Gobierno de Pinochet", dijo Vilches, quien agregó que "en ese sentido, lo que más me correspondió hacer fueron reuniones en poblaciones, porque como estaba cerrado todo el sistema político no habían canales fáciles de llegar, sino que directamente a la gente, a las juntas de vecinos, a los sindicatos a los gremios y tratábamos de informarle el crecimiento, el desarrollo, los proyectos nuevos que se habían hecho en el país para mejorar la condición y calidad de vida de las personas, ese era nuestro lema".
Mismo lugar al que llegaban las fuerzas de izquierda, ayudados principalmente por la Iglesia Católica, recordó Vilches y Ruth Vega.
Aquel 5 de octubre
Ese miércoles de hace 30 años, unos jóvenes transitaban a toda velocidad por las calles de Copiapó en bicicleta y a pie. Con ellos viajaba un modesto papel en el que habían anotado los cómputos de cada una de las urnas de los distintos locales de votación de la ciudad.
Se trataba del registro extraoficial que llegaba a distintas casas de conteo de votos, todas con paradero desconocido para la mayoría de los dirigentes y militantes. Había temor de ser allanados y perder la única información que tranquilizaría a los ciudadanos. Esto por la alta desconfianza que había ante el proceso.
"Principalmente eran hijos de militantes, hijos de apoderados que andaban en bicicleta y a pie e iban a lugares absolutamente secretos, ni siquiera el resto de los militantes ni la directiva sabían cuáles eran los lugares, para llevar la cantidad de cómputos", contó Ruth Vega.
Paralelamente, en la provincia del Huasco, en la oficina de un joven abogado, el ahora diputado Jaime Mulet (FRVS), se estableció la central de cómputos del "No".
"Yo era parte del comando del "No" en la provincia del Huasco y trabajamos activamente y con mucho entusiasmo, fueron -si tú quieres- mis primeros pasos en política en un tiempo muy complejo, en plena dictadura. Recuerdo que en mi oficina de abogado estuvo la central de cómputo del "No" que era constantemente revisada por los militares", dijo el parlamentario de la Federación Regionalista Verde Social.
En tanto en la trinchera oficialista Carlos Vilches recuerda que "fue tremendo para mí ver cómo bajaba la gente de los cerros a votar por el "No", yo no había visto nunca tanta gente que organizadamente bajaba a votar, entonces yo al mediodía veía que nosotros teníamos perdida la elección".
Sin embargo las encuestas y la información de los asesores del intendente Cheyre, indicaban otra cosa. El "Sí" arrasaría en Atacama.
"Yo tenía algunas dudas con respecto a algunas encuestas que veía circular, porque yo soy un hombre nacido y criado en Copiapó y conocía mucho los lugares de mi ciudad. Entonces había lugares donde yo sabía que la gran mayoría de la gente era de izquierda y sin embargo las encuestas decían que ganaba el "Sí" por lejos, entonces me ponía en duda. No creí mucho en esas encuestas", afirmó Esteffan.
Era un hecho, el "No" iba a triunfar en la región, el problema estaba en la incredulidad de las autoridades de la época.
La conversación entre Carlos Vilches, seremi de Gobierno, y Juan Emilio Cheyre -quien fue contactado para esa crónica, sin embargo comentó que no da entrevistas a la prensa- también fue tensa.
"No querían creer en un principio, estaban convencidos. Yo te digo que la labor que hizo el Gobierno Militar fue muy positiva para la región y para el país, entonces les costaba convencerse que la gente no reconociera eso", aseguró Vilches, quien agregó que "la conversación que tuvimos era de incredulidad y después se fueron dando cuenta que era la realidad que estábamos viviendo".
Aquella noche
"Eran las diez de la noche y curiosamente los canales nacionales empiezan a dar monos animados. Por lo tanto se generó un nerviosismo natural en ese momento y esperábamos una decisión del gobierno para desconocer el triunfo del 'No', hasta que, todavía lo recuerdo, por lo tambores de (Radio) Cooperativa, en una cuña en la calle el general Matthei reconoce el triunfo del 'No'", dijo Orellana, quien agregó que "el 'No' se sintió en Atacama como un desborde de alegría y de llanto desolado no por el triunfo, sino por el término de 16 años de horror".
Así y tras horas del proceso, los atacameños habían dado su veredicto, el resultado para el "No" se anotaba con 63.293 votos, versus los 49.400 por el "Sí". En total asistieron a las urnas 116.230 personas en la región.
"Hubo mucho exceso de confianza, los asesores que tenía el intendente don Juan Emilio Cheyre, señalaban que estaba ganada la carrera del "Sí", cuando era falso", finalizó el ex seremi de Gobierno, Carlos Vilches.
Al día siguiente, la celebración se realizó en las calles de la ciudad. "La decisión fue celebrar al otro día, porque no sabíamos qué iba a pasar. La ciudadanía se desbordó. Las calles estaban completas, se armaron caravanas, al centro era imposible entrar, yo llegué al centro en un auto pequeño arrendado y al llegar la gente lo levantó", recordó Ruth Vega.
Tanto Vega como Orellana concuerdan en que lo que ocurrió el 5 de octubre de 1988 en Atacama y en el país, "fue una gesta heroica, que nos hizo creer que era posible vencer al dictador con un lápiz y un papel".
Nuevos "No"
Hoy a las 18.30 en el Salón José Joaquín Vallejos, en Copiapó, se realizará la celebración de las tres décadas del plebiscito de 1988. La actividad es organizada por los partidos de oposición, junto a la Federación Regionalista Verde Social y a la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
"Queremos celebrar y conmemorar los 30 años del triunfo del 'No', que derrotó a la dictadura", dijo el coordinador de la mesa de los partidos de oposición, Octavio Meneses (PPD). Quien finalizó diciendo que "ahora hay otros 'No' que son necesarios defender, por ejemplo 'No más AFP', 'No' a la cesantía, hay una serie de demandas que podríamos asociar al No del siglo XXI".
116.230 personas votaron en Atacama para el plebiscito de 1988, más de 63 mil lo hicieron por el No, versus las más de 49 mil que apostaron por el Sí.
364 mesas de votación se establecieron en Atacama. Del total 184 eran para hombres y 175 para mujeres.
64,4% de los votos obtuvo el Sí en Alto del Carmen, comuna que junto a Freirina (51,7%) fueron las únicas de la región en las que ganó esa opción.