Gato por liebre
FINANZAS. Lo indispensable para tomar decisiones.
Desde hace un tiempo hay una disputa por usar el término "leche" entre quienes elaboran productos lácteos de origen animal, y quienes fabrican y comercializan productos de origen vegetal, etiquetados como "leche", como por ejemplo la "leche de soya" y la "leche de almendras".
El año pasado, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó que los productos de origen vegetal, como los citados, no pueden comercializarse usando la denominación de "leche", término que se reserva para los productos de origen animal. En Chile ha habido asociaciones de productores de leche que han denunciado ante la justicia a supermercados por la misma situación.
Independiente de que estas disputas sean meramente una discusión de intereses entre los empresarios involucrados, es importante considerar el derecho de los consumidores de saber exactamente qué productos están comprando.
Otro caso de etiquetado confuso en Chile es con cecinas, y con algunos otros productos, que incorporan carne en su elaboración.
¿Sabe Ud. qué tipo de carne va a comer cuando compra, por ejemplo, "vienesas" o "longanizas"?
A pesar de lo que se cree, muchos de estos productos están fabricados con carne de ave y de cerdo. No sólo las "vienesas de ave" son de ave, sino que también las etiquetadas simplemente como "vienesas" contienen esta materia prima. Si no me cree, cuando compre, fíjese en los ingredientes de estos productos.
En mi opinión, debería avanzarse en temas normativos respecto de las situaciones señaladas, al estar en juego los derechos de los consumidores.
Escuela de Negocios y
Economía PUCV
Todos nosotros, al momento de tomar cualquier tipo de decisiones, utiliza inconscientemente el concepto de costo de oportunidad, no sólo en los negocios, también al seleccionar rutas, comidas, ropas, profesiones, marcas, candidatos o AFP entre otras decisiones; El costo de oportunidad surge cada vez que se tiene un menú, o más de una alternativa excluyente de donde elegir. Cuando no se tienen alternativas, no hay costo de oportunidad, porque no hay que decidir.
Una definición
El costo de oportunidad se puede representar, técnicamente, por los beneficios, que se habrían obtenido con la mejor de las alternativas desechada, es decir de la alternativa que se deja en segundo lugar, y no por los costos, más aun cuando los recursos son escasos.
Toda decisión lleva implícito el riesgo de equivocarse, por la incertidumbre que ello implica, de allí la importancia del concepto de costo de oportunidad; la idea es disminuir ese riesgo, disminuir el costo de la oportunidad desechada, quizás erradamente; para esto resulta básico evaluar cada alternativa antes de tomar decisiones.
Cuando se reconoce la existencia del costo de oportunidad se pueden tomar mejores decisiones, porque se enfatiza en la identificación de todas las alternativas posibles, se evalúan los costos y los beneficios de cada una, tanto monetarios, como no monetarios, para así jerarquizar las opciones, desde la mejor hasta la peor, de acuerdo a algún criterio subjetivo de quien toma la decisión.
Medición
El costo de oportunidad no necesariamente se mide en dinero, por ejemplo: el costo de oportunidad de tomar vacaciones en el campo, pueden ser los beneficios de ir a la playa, o el costo de oportunidad de almorzar carne, pueden ser los beneficios de comer pescado, o el costo de oportunidad de invertir en dólares, pueden ser los beneficios de hacerlo en euros, porque es a lo que se renuncia en cada uno de los casos.
Muchas veces las autoridades cuando inauguran las obras públicas, no sólo señalan el valor monetario de los recursos invertidos, sino que además señalan los beneficios de las alternativas que se han desechado, porque así las personas se podrán imaginar la magnitud de los recursos involucrados. Por ejemplo, al inaugurar un camino, las autoridades suelen señalar cuantas viviendas se podrían haber realizado, o para cuantas becas habrían alcanzado los fondos, es decir están utilizando el costo de oportunidad, porque muchas veces son las alternativas que tuvieron para seleccionar el uso de los recursos.
Otro caso muy típico es, porqué la mayor cantidad de los fondos en los bancos, ampliamente, se encuentran depositados a plazos, y no en cuentas corrientes, precisamente porque sólo a plazos los fondos ganan intereses, si se eligiera dejarlos en cuentas corrientes, se renunciaría a ganar esos intereses, es la misma razón por la cual se cobran intereses compuestos, o intereses sobre intereses, cuando se presta dinero, porque se está renunciando a su uso alternativo de los intereses devengados.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje, de la administración de empresas, se fundamenta el concepto de costo de oportunidad desde la economía y desde las matemáticas financieras, pero la toma de decisiones también se acompaña de otras técnicas como: las probabilidades, los árboles de decisiones o la teoría de juegos, entre otras, todas estas técnicas son para mejor decidir, pero como esto trasciende el ámbito de los negocios, la sociedad debiera tenerlo más presente al tomar cualquier tipo de decisiones.
Aproximaciones a la tasa de costo de oportunidad
Conceptualmente, y también en la práctica, existen múltiples alternativas para decidir sobre qué tasa de costo de oportunidad utilizar para evaluar un proyecto de inversión, las principales son las siguientes:
a) Si el proyecto a evaluar está inserto en una empresa en marcha, ya funcionando, entonces una alternativa correcta es exigirle, al proyecto, la misma tasa de rentabilidad que está generando la empresa como un todo, para esto se calcula su tasa de "Retorno de capital", o ROE (return of equity), también conocido como Ke, ya sea con datos históricos o con datos esperados a futuro.
b) Otra alternativa, bastante común, es calcular la tasa de costo de capital a través del Modelo de Valoración de Activos de Capital (CAPM), utilizando la tasa de rentabilidad libre de riesgos (Rf), la rentabilidad esperada del mercado E(Rm) y el beta de la empresa (?), o riesgo no diversificable: Ke = Rf + [E(Rm) - Rf]?
c) Una tercera alternativa es utilizar la Tasa Interna de Retornos (TIR) del mejor proyecto alternativo desechado con riesgo similar.
EL COSTO DE OPORTUNIDAD
JAIME PARDO SOTO,
Académico Escuela de
Negocios y Economía, PUCV