Tomar clases de ballet cambió la vida de una pequeña, que encontró en la disciplina comodidad, libertad y alegría que solo el baile le transmite.

Daniela Álvarez tiene 21 años, conoció el ballet cuando su madre la inscribió a ella y sus hermanas en una escuela de baile a los 7 años. Aunque empezó a practicarlo constantemente a los 9, usando esa forma de arte para liberarse de los problemas.

Un pilar fundamental para que Daniela siga adelante con su pasión es su familia, comenta que "ellos son quienes han estado siempre en mi desarrollo como bailarina, y la verdad he tenido un apoyo incondicional. Siempre me han apoyado al cien por ciento, aunque me ha costado, ellos siguen apostando por mi y eso es algo muy significante para mi. Lo valoro demasiado".

Experiencias

Gracias a la danza, Álvarez ha conseguido viajar fuera de Chile. Una experiencia que tiene especial valor para ella es el curso de ballet que realizó un verano en Estados Unidos, del que confiesa que "la experiencia fue inolvidable, cambiaron algunas formas de pensar que tenia en cuanto al ballet y a mi vida personal. Tuve la posibilidad de conocer otros tipos de danza que jamas en mi vida había hecho, conocer una forma distinta en como se impartían las clases y a personas de muchos países".

La joven destaca del recorrido que "viajar sola que fue algo que me hizo más independiente y más fuerte, conocí a Misty Copeland (primera afroamericana en ser promovida a bailarina profesional), quien es primera bailarina de la compañía American Ballet theater de Nueva York". Copeland es la principal referente de Daniela, por su talento, fuerza y los obstáculos que debió superar para alcanzar su puesto en la danza por su origen racial.

Para la bailarina las oportunidades dependen de cada uno, cree que cualquiera puede llegar lejos si se lo propone. Le gustaría que otras personas tuvieran la oportunidad de salir del país haciendo algo que les guste, por esa razón impartió clases de danza para niños en Alto del Carmen, ya que en su comuna no son muchas las posibilidades para que niños y jóvenes se acerquen al arte. Enseñar algo que ama la llena de alegría.

Las metas de la joven son prepararse lo más rápido posible, quiere ser una de las mejores bailarinas del mundo en ballet clásico y llegar a una compañía internacional. Entre sus favoritas están American Ballet Theater y Royal of Dance.

Daniela Álvarez (21)

La orfebrería ejercida por sus padres mantuvo al joven Ayón García en contacto con minerales desde que era un niño, por la misma razón tuvo la oportunidad de viajar a distintos lugares de Sudamérica. Aquellas travesías despertaron su interés por las ciencias de la tierra, que años más tarde volvería su profesión.

Hoy Ayón es geólogo, oriundo de Santiago llegó a Copiapó el año 2009 a estudiar en la Universidad de Atacama, donde actualmente es académico. El joven trabaja en el Programa de Investigación de Glaciares y Recursos Hídricos (Pigrh), que él mismo impulsó junto a un equipo de trabajo. Su misión es contribuir a Atacama desde la investigación de reservas de hielo y recursos hídricos asociados, protegiéndolos y gestionándolos apropiadamente, de un modo más informado.

Comienzo

García practica montañismo, ese deporte lo llevó a explorar cumbres sobre los 6 mil metros y lo acercó a los procesos de formación de hielo, ahí surgió su inclinación por el estudio de los glaciares.

Antes del Pigrh, Ayón coordinó un proyecto que desarrolló el inventario de glaciares y ambiente periglaciar para Atacama, ese fue el "puntapié inicial" para el conocimiento que han obtenido al respecto.

El joven ha participado en cursos internacionales sobre investigación en países como Alemania y Argentina, dichos cursos le han entregado herramientas fundamentales para sus trabajos.

Una de las motivaciones del geólogo para continuar sus investigaciones en glaciares son sus hijos, Ayón es padre de tres pequeños responsables de que vea el mundo de otra manera, haciendo que se preocupe más por el entorno que como generación les dejamos de herencia. El profesional destaca que "mi señora es un pilar fundamental dentro de mi desarrollo académico ya que me apoya en cada proyecto tanto desde el ámbito familiar como desde su profesión de ingeniera".

Las metas de García a corto plazo son terminar con éxito un doctorado en Ciencias Geológicas, que le permitirá ejecutar trabajos de mayor impacto.

A futuro el geólogo quiere establecer un polo de investigación de los glaciares y recursos hídricos, especialmente enfocado en aquellos que se ubican en zonas desérticas y que históricamente han sido relegados.

Ayón García (27)