El desafío para que los jóvenes no abandonen el trabajo de la tierra
FUTURO. Agricultor local comenzó con la organización entre sus pares. Indap realiza catastro para identificar el porcentaje de personas entre este grupo de edad.
Í talo Vitali Torres es oriundo de Freirina y tiene 30 años muchos de los cuales se los ha pasado apoyando y ayudando a sus padres que tienen una parcela en el sector de Nicolasa de esa comuna. Muchas veces pensó en dejar la agricultura, pero gracias al apoyo de la familia este joven emprendedor sigue vinculándose a la tierra de la cual no quiere desprenderse. Al contrario. A su esfuerzo personal le suma sus deseos de liderar junto a otros jóvenes agricultores el recambio generacional de sus pares en la región de Atacama.
Esta es la realidad que deben vivir muchos jóvenes de seguir trabajando la tierra o buscar nuevo horizontes. Una decisión que finalmente afecta toda la familia y a una tradición queda vez más escasa en la zona.
"Yo llegué a trabajar la tierra gracias a mi padre que se hizo cargo de la herencia que a su vez dejó mi abuelo acá en el valle del Huasco que también fue agricultor. Estoy muy agradecido de todo lo que nos ha dado la tierra en estos años, porque todo lo que somos, los estudios, el trabajo ha sido en base a lo que producimos, generación tras generación", comentó Vitali.
Agregó que el trabajo familiar también lo hacen con gente que vive en el terreno y alguna gente que se contrata por temporada para ciertas labores que no pueden realizar. "Fundamentalmente nosotros nos dedicamos a producir aceitunas y hortalizas, además de la papa. Trabajamos la haba y la arveja y en entre abril y mayo nos estamos preparando para cosechar las aceitunas".
Organización
Hubo una inquietud en Ítalo Vitali que también lo ha llevado a tomar el liderazgo de los jóvenes en Atacama. En 2017 integró una delegación de jóvenes agricultores chilenos que viajó a Bolivia a un encuentro sudamericano de juventudes rurales, y en pocos días más viaja a Puerto Montt a un encuentro nacional organizado por el Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, para ver cómo la juventud rural enfrenta los desafíos que tiene la agricultura familiar hacia el futuro y qué aporte pueden hacer los jóvenes en ese esfuerzo.
"Hace algunos días nos juntamos con algunos pares del valle del Huasco y les pedí que me entregaran sus inquietudes de los que les interesa destacar en esa reunión que se hará en el sur del país, porque cada región tiene sus propias problemáticas y dificultades que sobrellevar en la agricultura y me parece que debemos hacer un referente en Atacama de qué cosas nos están impactando en nuestras labores agrícolas", sostuvo.
Vitali añadió que "los jóvenes del valle se están conectando a la red Yo Joven y Rural que está desarrollando el Indap, y están -a través de esta plataforma- interactuando entre muchas zonas del país y eso lo encuentro súper potente que se están intercambiando sus experiencias por la red. Fundamentalmente nos parece que necesitamos mucho más capacitación y cursos para poder realizar nuestros sueños en la agricultura. A mí me gustaría que ninguna persona joven cambie o deje de hacer lo que está haciendo en la tierra por otra actividad, ya que es una labor muy linda y que reconforta mucho, y que si bien tiene sus cosas complicadas por el tema del acceso a crédito o a recursos, es impagable cuando uno obtiene los frutos de la tierra".
En Chile casi un poco más de doscientos mil jóvenes trabajan asalariadamente en el sector agrícola y de ese universo sólo 12 por ciento lo hace en la pequeña agricultura o agricultura familiar campesina como Ítalo Vitali, lo cual representa un gran desafío para mantener la fuerza laboral y lo que representa hoy en día trabajar en la pequeña agricultura para el ahorro en los hogares y para mejorar los ingresos de las familias.
Esto lo refleja un amplio estudio que fija cifras y señala prioridades respecto de la juventud rural y los riesgos ante fenómenos como la movilidad campo-ciudad y el desapego de los proyectos agrícolas, que coordinó la oficina de empleo rural de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en conjunto el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural RIMSIP, e Indap.
Por otro lado el estudio demuestra las realidades en torno a nuevos escenarios que afectan la tercera generación de agricultores desde la reforma agraria hace 50 años (los llamados nietos de la reforma) que van desde la sobre calificación de los jóvenes versus el trabajo en la tierra que les causa frustración, a formular una futura política pública para disminuir las brechas para superar la pobreza del sector rural, pasando por la generación de proyectos agrícolas innovadores que hagan que la actividad sea atractiva y generadora de ingresos para las familias campesinas.
Cabe señalar que Indap se encuentra actualizando los datos sobre los jóvenes agricultores de Atacama.
"Yo llegué a trabajar la tierra gracias a mi padre que se hizo cargo de la herencia que a su vez dejó mi abuelo acá en el valle del Huasco"
Ítalo Vitales, Agricultor joven"
18 a 35 años son considerados jóvenes en agricultura. Esto por las condiciones que genera este sector productivo indicaron desde Indap.
200 mil jóvenes trabajan asalariadamente en el sector agrícola a nivel nacional. De estos solo el 12% está en la pequeña agricultura.