Hermanas de la Misión Gran Río realizaron sus votos perpetuos
RELIGIÓN. Se consagraron ante Dios en castidad, pobreza y obediencia.
Cuatro hermanas misioneras de la Misión Gran Río llevaron a cabo la profesión de sus votos perpetuos, durante el pasado fin de semana en la Catedral de Copiapó, acompañadas de familiares, amigos y religiosas de la congregación.
Las hermanas son Rocío Verano, Ana Waleska Banegas, Liliana Lorenzo y Jeny Cea.
La misa fue presidida por el obispo, monseñor Celestino Aós, junto al vicario general, padre Rodrigo Herrera, el padre Miguel Hernández y el padre Javier Prado.
En la homilía, el obispo explicó que las hermanas "al hacer sus votos, primero se consagran a Dios en castidad, pobreza, y obediencia. Y la castidad, la pobreza y la obediencia no se logran de una vez, están vivas y hay que preguntarse cada día ¿cómo consagraré a Dios mi afectividad y mi sexualidad, cómo obedeceré hoy las voces en las que me llega el eco de la voz de Dios, cómo mi voluntad pasará hoy por la obediencia alegre y generosa, dialogada y discernida? Los votos requieren que los vivamos cada día".
Asimismo, precisó que es un compromiso "vivir el espíritu misionero y a infundir ese espíritu misionero en todo el Pueblo de Dios, que significa que toman conciencia y quieren que cada cristiano tome conciencia de ser llamado como Jesús al gozo de ser testigo de Jesús, trabajador del Reino".
Luego de la ceremonia, la comunidad compartió con las hermanas misioneras en el patio de la Catedral de Copiapó.
Cabe mencionar que las religiosas se encuentran realizando su servicio pastoral en la parroquia San Francisco de Copiapó.