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Verónica Quintana nunca imaginó que las hojas que escribía en un cuaderno para sanarse interiormente luego de sufrir una violación en Copiapó, serían plasmadas en la narración de "No lo merecía" un libro que será lanzado este fin de semana en Concepción.
La vida de la profesora básica que se desempeñaba en Copiapó dio un vuelco la noche del 4 de abril de 2012, cuando fue atacada por un desconocido, quien la golpeó y la violó. Estaba en su casa cuando alguien intentó abrir una puerta que conectaba su pieza con el jardín, ella pensó que era un conocido de ella, pero al abrir se percató que estaba equivocaba. En ese instante trató de cerrar la puerta, pero no lo logró. "Me empujó hacia adentro. Hubo peleas, forcejeamos, me caí, me quebré siete costillas, así empezó todo esa noche", recordó.
En su interior, estaba el temor de ser asesinada, pero su coraje por sobrevivir pudo más. "Fue amenazada de que sí seguía gritando me enterraría lo que tengo en el bolsillo. Pensé, con que me violen es suficiente, no me van a encontrar muerta", sentenció.
La casa más cerca estaba a muchos metros de distancia y había y había una fiesta, por eso no la escucharon. Después de casi dos horas, el sujeto que la atacó se fue y ella pidió ayuda por Internet a un amigo que estaba en Concepción y fue así como se generaron las redes para buscarla. "Salí por mis propios medios. Nunca perdí la consciencia, siempre estuve atenta, despierta, contando lo que me pasaba, que estaba mareada, que me dolía la cabeza".
Posterior a eso, fue atendida en el Hospital Regional y trasladada a la Clínica Atacama, donde comenzó su proceso de recuperación, y reconocimiento del sujeto a través de fotos, quien logró ser detenido.
Una vez que le dieron el alta, Verónica regresó a Concepción donde estuvo muy afectada durante varios meses. Para ella, el apoyo de su familia y cercanos, fue fundamental en este camino. "Claramente caí en un hoyo profundo, pero siempre supe que la vida seguía", explicó.
Superación
En este proceso de recuperación no estuvo sola, recibió la ayuda de dos sicólogas y un siquiatra, con quienes se logró desahogar. "Lloré, escribí, pataleé, me tomé los medicamentos, asistí a las terapias, fui a las consultas aunque no tenía ganas ni de bañarme, pero vine igual. Eso me ayudó", recordó.
El proceso fue complejo, pero contó con redes de apoyo familiares y de sus amigos. Estaba herida tanto física como emocionalmente. "Tuve el apoyo incondicional de mi familia, mis papás, mi hermana, mis amigas que nunca me dejaron sola. Muchos meses era inútil, tenía siete costillas fracturadas y no podía ni lavarme los dientes. Me bañaban, me vestían, me sacaban, me llevaban al médico. Gracias a eso asistí a todas las terapias, consultas. Es un proceso largo de por lo menos tres años", dijo.
Cuaderno
Al recibir el alta, Verónica decidió dejar Copiapó, y volver a Concepción. Es en este periodo de recuperación comenzó a plasmar en un cuaderno sus emociones y el relato de lo que vivió. "Fue una especie de desahogo para poder vaciar emociones, sentimientos, pensamientos que de ninguna manera yo se los iba a pasar a mi mamá o a mi hermana, porque eran muy fuertes, entonces comencé a escribir", explicó.
Cuando esta historia ya tenía muchas páginas escritas, entró en su mente la idea de que este desahogo se transformara en un libro, entonces lo compartió con un escritor de la octava región, quien leyó el manuscrito, y la impulsó a compartir su experiencia de superación.
Verónica cuenta que al revisar el cuaderno volvió a revivir los momentos de la violación, por lo que sintió muchas emociones, las que define como "necesarias". Por ello, tras lo ocurrido envía un mensaje a quienes han pasado por una situación similar. "Veo la vida desde una mirada sana, no tengo rabia con la vida. El mensaje es dar la pelea hasta el final, es súper tedioso el proceso judicial. Es volver a contar la historia muchas veces, pero es lo que hay que hacer, una no saca nada con quedarse en la casa llorando. Si uno no lucha por sí misma, nadie lo va a hacer", concluyó.
"Volver a contar la historia muchas veces, pero es lo que hay que hacer, una no saca nada con quedarse en la casa llorando. Si uno no lucha por sí misma, nadie lo va a hacer"
Verónica Quintana Autora del libro"
"Fue una especie de desahogo para poder viciar emociones, sentimientos, pensamientos que de ninguna manera yo se los iba a pasar a mi mamá o a mi hermana, porque eran muy fuertes, entonces comencé a escribir"
Verónica Quintana Autora del libro"