P.Vásquez/Redacción
El autor del disparo que terminó con la vida del trabajador del local de comida rápida ubicado en Van Buren, dejó una huella dactilar como evidencia de su actuar, cuando quedó con la mano atrapada y debió luchar con el portón eléctrico. A pesar de esto, logró huir junto a su compañeros de delitos.
A esto, se suma que cerca del lugar había cámaras de vigilancia que permitieron visualizar los vehículos en los que se movilizaban. Según los antecedentes, alrededor de las 1.40 horas del miércoles 30 de agosto, en medio de la oscuridad de la noche, cuatro personas concretarían el plan de robo en un local comercial.
Además de los cuatro integrantes de la banda, en uno de los vehículos había una mujer, cuya participación no está especificada.
El grupo se movilizaba en dos vehículos, un furgón y un Nissan V16. Vigilaron antes el recinto y observaron que el dueño caminaba hacia el local con dinero en efectivo. Era la hora de cierre del local y en la sala de venta, dos de las cuatro personas que llegaron a cometer el robo, entraron gritando "esto es un asalto, entrega la plata", según relató uno de los testigos.
El propietario del local forcejeó con el sujeto que estaba armado, sin embargo llegó a la escena uno de los trabajadores para ir en defensa del dueño del recinto y fue así como agredió con una botella al segundo participante del asalto, dejándolo con graves heridas en la cara. Por esa razón, el segundo asaltante extrajo su arma y le disparó al trabajador en el tórax, quien murió en el lugar.
Luego, disparó al dueño del local en el área del abdomen, dejándolo con una herida de carácter grave.
El robo no salió como era previsto, se debían ir rápidamente sin dinero, pero cuando se apresuraban para salir una de las manos del autor del disparo quedó aprisionada en el portón eléctrico, dejando una huella dactilar como evidencia, la que fue levantada por la PDI. Luego de esto, ambos sujetos y otros tres que esperaban en las afueras del lugar se dieron a la fuga en dos vehículos, uno de los cuales logró ser identificado con imágenes de cámaras de seguridad ubicadas en el sector del delito. Los tres detenidos fueron formalizados por el delito de robo con homicidio y lesiones grave. "A partir de estos hechos la Fiscalía junto a personal de la Brigada de Homicidios de la PDI realizó un trabajo metódico y efectivo, el cual permitió reunir distintas versiones de lo ocurrido, huellas dactilares de uno de los imputados en el sitio del suceso y el arma utilizada para cometer el robo. Todo lo cual permitió la detención de las tres personas que fueron formalizadas por uno de los delitos más graves que contempla la legislación", dijo el fiscal Gabriel Meza.
Respecto de la persona que participó en el robo y que recibió un botellazo de parte de la víctima fatal, se conoció en la audiencia que ésta fue llevada por uno de los detenidos hasta la ciudad de Coquimbo con lesiones de carácter grave, quien hasta ahora está siendo buscado por personal policial.
En tanto, en la audiencia se conoció que uno de los imputados en su declaración de los hechos dijo que todo se debió a que se haría una quitada de droga en el local y además se apropiarían del dinero del local, sin embargo no hay ningún antecedente que maneje la Fiscalía respecto a este detalle.
Arma
Tras el hecho, uno de los participantes fue hasta el kilómetro 35 de la Ruta C-17 y decidió enterrar el arma, la que estaba envuelta en un paño. Cuando se inició la indagatoria, decidió cooperar y se logró encontrarla para realizar las pericias.
En la audiencia el fiscal Meza dio a conocer además que los tres imputados cuentan con antecedentes penales anteriores, razón por la que solicitó al juez de turno la medida cautelar de prisión preventiva. Solicitud a la que accedió el Tribunal ordenando el ingreso de los detenidos a los recintos carcelarios de Vallenar, Tocopilla y Copiapó.
Gabriel Meza agregó que el plazo para el desarrollo de la investigación de este caso fue fijada en cuatro meses, periodo en que la Fiscalía ordenará distintas diligencias y peritajes, varios de los cuales se centran en el análisis de los proyectiles recuperados en el sitio del robo, además de estudios de ADN a evidencia biológica levantada en el local comercial.