Alerta máxima por inminentes nuevos ensayos militares de Corea del Norte
CONFLICTO. Corea del Sur afirma que el régimen de Kim Jong-un puede efectuar, "en cualquier momento", el lanzamiento de un misil intercontinental. El Consejo de Seguridad de la ONU encargó la redacción de un borrador con más sanciones contra Pyongyang.
Luego del exitoso y poderoso ensayo nuclear realizado por Corea del Norte el domingo, ayer Corea del Sur aseguró haber "detectado contínuos indicios" de que el régimen de Kim Jong-un podría efectuar, "en cualquier momento", un nuevo ejercicio con misiles intercontinentales, por lo que la alerta de la comunidad internacional está en su nivel máximo.
Ante esto, Estados Unidos y Corea del Sur planean responder al que sería el séptimo ensayo nuclear de Pyongyang con el despliegue en la península coreana de un portaviones nuclear, varios bombarderos nucleares y otros efectivos estratégicos. Además, acordaron levantar los límites de carga de los misiles, por lo que el conflicto sigue escalando en tensión.
Consejo de seguridad
A raíz del ensayo del domingo, ayer se convocó a la décima reunión de urgencia en lo que va del año del Consejo de Seguridad de la ONU. En la previa de esta, Seúl, Tokio y Washington acordaron aumentar la presión sobre Norcorea, por lo que llamaron a la comunidad internacional a aplicar "un nivel máximo de sanciones", según Moon Jae-in, el presidente surcoreano.
Ya en la cita, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, pidió una respuesta "completa" ante la "peligrosa provocación" norcoreana. También expresó la alarma de la comunidad internacional ante el último ensayo nuclear y consideró que es "profundamente desestabilizador para la seguridad regional e internacional".
Nikki Haley, le embajadora estadounidense, urgió a actuar con rapidez ante la información según las cual Corea del Norte planea otra prueba balística de largo alcance, por lo que apremió a los estados miembros del Consejo a negociar esta semana el borrador de resolución propuesto por su país para que sea votado el próximo lunes y, aunque no precisó su contenido, otros países, como Alemania, secundaron la idea.
En este sentido, el embajador de Corea del Sur, Cho Tae-yul, quien fue invitado a la reunión, defendió "medidas mucho más duras, en correspondencia con la magnitud y la gravedad de la prueba", y que fuercen a Pyongyang a volver al diálogo.
Según Cho, el nuevo paquete debe incluir medidas "hirientes y robustas como limitar la provisión de crudo y productos de petróleo" a Corea del Norte, más allá de cortar los fondos potencialmente destinados al desarrollo de armas de destrucción masiva.
"EE.UU. ha dejado claro que queremos una nueva resolución fuerte, muy rápido, tenemos que trabajar en ello y en este momento no entraré en detalles, pero estamos abiertos a diferentes adiciones", dijo el embajador japonés, Koro Bessho, a la salida de la reunión.
Respuesta de rusia
Horas antes de esta reunión, el Mandatario surcoreano sostuvo una llamada con Vladimir Putin, su par ruso, quien insistió en que "la resolución de esta extremadamente difícil situación sólo es posible mediante la reanudación de las negociaciones" entre Pyongyang y la comunidad internacional, según un comunicado del Kremlin.
Tras la cita, el portavoz de Moscú, Dmitri Peskov, también abogó por esta vía, asegurando que "claro que a los países que están fuera de la región les resulta muy fácil pronunciar la palabra guerra. Pero los países que están en la misma región que Corea del Norte deben ser más sabios y equilibrados al afrontar este problema que a todos nos preocupa".