Un grupo de trabajadores de la mina Chuquicamata bloqueó ayer los accesos al yacimiento y amenazó con realizar más protestas para denunciar lo que califican de "incumplimientos de contrato". El bloqueo, que se extendió entre las 4 horas y las 9 horas, impidió realizar con normalidad el cambio de turno en la mina.

"La dirigencia sindical en pleno estamos realizando un paro de advertencia ante la insistencia de la administración en no ocupar cargos existentes en nuestra estructura dotacional y no llamar a todos los concursos vacantes. Ello significa cortar la carrera funcionaria de nuestros representados", dijo el sindicato en un comunicado.

Contrato colectivo

El presidente del Sindicato N°1 de trabajadores de Chuquicamata, Hilario Ramírez, denunció que Codelco no está cumpliendo con el contrato colectivo, acordado en diciembre de 2016, en los puntos de "derecho de desarrollo de carrera" y de los "pagos de reemplazo".

"Lo que estamos pidiendo es que se respete el instrumento colectivo, porque eso está en el contrato colectivo. Entonces, si se cumple, tienen que hacer los pagos de reemplazo, los concursos para poblar los cargos que están vacantes y obviamente los tienen que poblar los que vienen de más abajo, pero no lo están cumpliendo", precisó el dirigente.

Codelco habla

Mediante una declaración pública, Codelco División Chuquicamata indicó que "ante el argumento de la dirigencia sindical de que la empresa 'no estaría ocupando cargos existentes en la estructura dotacional' y que no ha llamado 'a todos los concursos vacantes', la administración rechaza el acto de fuerza y es enfática en reiterar que ha cumplido a cabalidad el convenio colectivo vigente".

La compañía recordó que "el plan de egresos acordado con los sindicatos, precisamente, avanzó en adecuar la dotación a los requerimientos reales de cada área, por lo que no es posible realizar concursos y contrataciones para posiciones que no son requeridas por el negocio".

Riesgo actual y futuro

"Una acción como esta pone en riesgo no solo la actual operación de algunas unidades de negocio, sino también de los proyectos que se están modificando y adaptando técnicamente para mantener su viabilidad", dijo el gerente general, Sergio Parada.

La minera agregó que "mantiene y reitera" su invitación al diálogo constructivo y a deponer este tipo de actos que "atentan contra la seguridad de las personas, la continuidad operacional y la sustentabilidad del negocio minero".

Ramírez no descartó una futura paralización de las faenas y una prolongación de los bloqueos intermitentes con el objetivo de que la "empresa entienda que el camino es el diálogo".

Antecedente

Los hechos se producen dos semanas después de que 2.500 trabajadores de la minera Escondida depusieran una huelga que se prolongó durante 43 días.

United Airlines dijo ayer que dejará de utilizar agentes de la policía para retirar a pasajeros que excedan la capacidad de sus aviones, luego de que un video mostró el domingo cómo era arrastrado un hombre en Chicago para sacarlo de un vuelo sobrevendido. "No vamos a poner más a agentes de seguridad (...) para retirar a un pasajero con reserva y asiento pagado", dijo el presidente ejecutivo de United Continental Holdings Inc., Oscar Muñoz, al canal ABC.

Muñoz manifestó que el problema se produjo por una "falla de sistema" y que los empleados no habían usado el "sentido común", además de señalar que el doctor David Dao, a quien los agentes de seguridad sacaron por la fuerza, arrastrándolo ensangrentado, no había cometido falta.

Las acciones de United Continental perdieron casi 1%, lo que representa una pérdida de valor bursátil de US$ 225 millones.

El incidente con el pasajero de Chicago tuvo repercusiones a nivel mundial. Miles de usuarios de redes sociales en Estados Unidos, China y Vietnam llamaron a boicotear a la tercera aerolínea estadounidense por tráfico de pasajeros.

La compañía pidió cuatro voluntarios para abandonar el vuelo a cambio de US$ 400 y una noche de hotel. United necesitaba esos asientos para trasladar tripulación, pero ningún pasajero aceptó y subió la oferta a US$ 800 y amenazó con no despegar. La firma seleccionó al azar, mediante una computadora, a los pasajeros que tendrían que salir. Una pareja se fue a regañadientes, pero David Dao dijo que era médico y necesitaba ir a su consulta el lunes. Tras rechazar ser uno de los voluntarios que la aerolínea pedía, Dao fue apartado a la fuerza de su asiento.