Desde Moscú hasta la Casa Blanca y desde el Medio Oriente hasta el Asia-Pacífico, el mundo vive un período enormemente convulso. Para muchos, preocupante: una suerte de encrucijada geopolítica que requiere cabeza fría y habilidades negociadoras de gran calado para evitar una catástrofe de consecuencias inimaginables.
El creciente poder de China, la llegada de Donald Trump, con su enorme cuota de impredecibilidad, al sillón más poderoso del planeta, y los persistentes y, hasta ahora, efectivos golpes de tablero desde el Kremlin para recuperar espacios de influencia son parte de un orden mundial en intensa transformación.
En esta entrevista, Sir Richard Shirreff, reconocido general (r) británico que se desempeñó como Vice Comandante Supremo de las Fuerzas de la OTAN en Europa entre el 2011 y el 2014 y, antes, como jefe de la División Multinacional Sudeste en Irak, entre otras posiciones, explica los riesgos que el cambiante orden mundial implica para la paz y seguridad de la humanidad.
También ofrece algunas oportunidades, comenta Shirref, pero pasan, en la mayoría de los casos, por transar en aspectos del derecho internacional que son precisamente los que han favorecido la paz en la mayor parte de occidente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Por eso que la encrucijada no es menor.
- ¿Cree usted que estamos viviendo en nuevo un orden mundial? Si es así, ¿cómo lo caracterizaría?
- Estamos pasando por cambios con respecto al viejo orden mundial. El cambio es, por supuesto parte de la naturaleza, de la realidad de la condición humana. Es una de las cosas que hemos visto ciertamente con (Vladimir) Putin en la escena, en Rusia, más o menos durante la última década. Pero también con la emergencia de partidos populistas en Europa, que se manifiestan en cosas tales como el Brexit (la salida del Reino Unido de la Unión Europea), la emergencia del Frente Nacional en Francia (el partido ultraderechista de Marine Le Pen), partidos que se oponen a la Unión Europea en Alemania. También tenemos las próximas elecciones en Holanda, en las que los partidos populistas se ven muy fuertes, tienes a (Donald) Trump y el movimiento populista en Estados Unidos. Ciertamente, todo esto apunta a un grado importante de cambio en la forma en que las democracias han estado funcionando. El orden tradicional de las cosas no está entregando lo que la gente quiere que entregue. Además de esto, en el contexto internacional, lo que estamos viendo crecientemente es que las organizaciones internacionales sobre las que ha estado basado el orden internacional están siendo cuestionadas. La ONU, por ejemplo, ¿está siendo capaz de entregar lo que sus miembros quieren? Ocurre algo similar con la Unión Europea y la OTAN. Adicionalmente, vemos a líderes políticos como Putin, quien ha hecho trizas los lineamientos sobre los que se ha basado el orden internacional desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. De manera que creo que estamos en una transición real, definitivamente las cosas están cambiando.
- ¿Diría que todos estos cambios están configurando un orden mundial definitivamente más peligroso?
- Es más peligroso, particularmente porque gente como Putin han hecho pedazos el orden internacional. En estos momentos creo que es especialmente peligroso en Europa, aunque también agregaría a China y a la zona del Asia-Pacífico en esta ecuación. Desde el fin de la Guerra Fría, realmente casi desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, se había asumido que, con todas sus falencias, la ONU y otras organizaciones internacionales eran las instituciones sobre las cuales se debía basar el orden mundial. Ahora, eso definitivamente ha cambiado. Fijémonos por un momento en Europa, donde tienes una Rusia que resurge y que ha cambiado las fronteras de Europa por la fuerza, con la invasión de Crimea y de Ucrania, y por la amenaza que Rusia supone para los tres pequeños países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia), todos los cuales tienen poblaciones significativas de ruso hablantes. Si esto lleva a alguna forma de aventura por parte de Rusia, eso significaría guerra con la OTAN. Y eso, por supuesto, sería algo increíblemente peligroso. En el Asia- Pacífico, lo que ves es a China haciendo creciente alarde de su poder, reclamando islas en el sureste del Mar de China. Esto inevitablemente va a llevar a una creciente tensión entre China Y Estados Unidos. Y no existe una organización internacional amplia de seguridad en el Pacífico que pueda manejar estas tensiones. De manera que sí creo que es más peligroso. El otro aspecto peligroso que veo es la falta de conciencia sobre el peligro que enfrentamos, el hecho de asumir que porque, en términos generales, hemos disfrutado paz mundial en la mayoría de las democracias occidentales, lo que incluye a países como Chile, la paz está establecida y que las guerras que hemos visto en países como Irak y en Afganistán son más bien guerras de elección. Pero si revisas la historia, la paz no ha estado establecida en los asuntos internacionales. De aquí que el riesgo de caminar como sonámbulos hacia algo catastrófico está presente, por lo que hay que continuar levantando las banderas rojas que le recuerden a la gente que no podemos dar nada por hecho.
- Todo pasa mucho por el futuro de las relaciones entre EE.UU. y Rusia. ¿Cómo cree que evolucionará eso, ahora con Trump en el poder y con todo lo que se ha comentado sobre su supuesta afinidad con Putin?
- Trump ha hecho algunas declaraciones preocupantes como candidato. Ha hablado sobre la OTAN, como candidato dijo que buscaría un nuevo trato con Rusia y reconoció que Putin tiene el derecho a contar con una esfera de influencia en Europa. Si escucha lo que Putin ha declarado sobre la seguridad en Europa, lo que ha dicho es que el acuerdo de seguridad más apropiado sería una nueva (Conferencia de) Yalta. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Rusia, Estados Unidos y el Reino Unido dividieron Europa en esferas de influencia, lo que implicó la dominación del Este de Europa por la Unión Soviética. De manera que cualquier sugerencia en el sentido que una nueva Yalta es hoy el acuerdo apropiado para la seguridad en Europa supone un temor real para las personas en Polonia, los estados bálticos, la República Checa, Hungría, etc., que recuerdan lo que la vieja Yalta significó para ellos. Adicionalmente, Trump cuestionó la legitimidad de la OTAN, cuando dijo que si era electo no necesariamente acudiría en ayuda de un país miembro que sea atacado. Eso pone en cuestión un principio fundamental de la OTAN, el Artículo 5 del Tratado de Washington, el cual establece que el ataque a uno es efectivamente un ataque a todos. El liderazgo estadounidense de la alianza es fundamental para la seguridad de Europa, de manera que un presidente que pone en cuestión eso realmente pone en cuestión la credibilidad de la OTAN. Por otro lado, hay una oportunidad para que Trump construya una relación con Putin. Eso es importante, pero lo que es preocupante es que a menos que esté basada en una posición de fuerza estadounidense en la OTAN, temo que sólo habrá un ganador y ese es Putin. La reciente decisión de eli os pelando en Ucrania. Si EE.UU. dijera 'bueno, dejemos todo de ese lado y formamos una coalición para luchar contra ISIS', estaría diciendo que está preparado para darle a Putin mano libre en Europa. De manera que lo que se requiere es una estrategia que lidie con Rusia en su totalidad. El mensaje debe ser la disuasión efectiva en Europa y la continuación de las sanciones para poner presión sobre Rusia, para que reconozca la ley. Y no veo cómo Trump puede tener una alianza con Rusia para luchar contra ISIS hasta que Rusia reconozca la ley internacional y el derecho de sus vecinos, como Ucrania, a vivir en paz sin la amenaza de una agresión rusa.
- El clima de las relaciones entre EE.UU e Irán empeora rápidamente. ¿Qué tan grave sería para la estabilidad internacional un potencial conflicto entre ambos países?
- Creo que es verdaderamente una preocupación. Uno de los éxitos del gobierno de (Barack) Obama fue alcanzar el acuerdo nuclear con Irán. Por supuesto que estuvo lleno de dificultades, que no es una garantía de estabilidad de largo plazo y que tuvo grandes beneficios para Irán, pero fue un acuerdo y, como decía (Winston) Churchill, hablar y hablar es siempre mejor que hacer la guerra (to jaw-jaw is always better than to war-war). Sería un asunto de gran preocupación y arrepentimiento si Trump cumple su promesa electoral de hacer pedazos el acuerdo nuclear con Irán. Trump ha estado cumpliendo sus promesas electorales, así que creo que tenemos que aceptar que el acuerdo con Irán va a ir en la misma dirección de otros acuerdos. Esto es un asunto de gran preocupación que puede llevar a una mayor tensión e inestabilidad en Medio Oriente.
- Y con Corea del Norte, otro de los "puntos calientes" del mundo, ¿cómo cree que evolucionará la situación durante los próximos años?
- Esta es otra área muy peligrosa del mundo, con un liderazgo muy impredecible que se ha comprometido con el desarrollo de armas nucleares que podrían fácilmente golpear EE.UU., especialmente si adquieren las capacidades de lanzamiento, lo que parece que están haciendo. Si miramos 20 años atrás, Bill Clinton estuvo tratando de hacer acuerdos con Corea del Norte para limitar su programa nuclear y, por supuesto, nada ha pasado para parar eso. Al final del día, la única forma de prevenir una mayor inestabilidad es a través de una efectiva disuasión, elevar la vara de los riesgos de tal forma, que Corea del Norte sienta que no vale la pena tomar ninguna acción contra Corea del Sur. Pero la preocupación es que tienes un régimen al que realmente no le importan las consecuencias. Si la supervivencia del régimen es amenazada, pueden llevar todo al límite y eso, por supuesto, sería catastrófico para Corea del Sur también. Todo esto destaca la necesidad crítica de alguna arquitectura general de seguridad en el Asia-Pacífico, la cual se echa de menos. Y esto se conecta con el crecimiento de China y el potencial de un conflicto con EE.UU. Otra razón para ser pesimista acerca del futuro en esa parte del mundo.