Ricardo Silva Gamboa
Debido al estado actual del Embalse Lautaro, cuyas infiltraciones evitan que 58% del agua que ingresa hasta la represa no pueda ser administrada de manera eficiente, el directorio de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes decidió llevar a cabo piscinas de infiltración para facilitar la recarga del acuífero.
Estas piscinas forman parte de un proyecto piloto que busca demostrar los beneficios del Embalse Lautaro, contribuyendo a la recuperación de algunos tramos del cauce del Río Copiapó.
No obstante el presidente del Directorio de la Junta de Vigilancia del Río Copiapó y sus Afluentes Timothy Taffe reconoce que "estos trabajos tuvieron dos efectos secundarios. Por una parte, durante las lluvias de la semana pasada, ayudaron a contener las aguas, amortiguando los efectos en badenes. Y, además, al transformar la franja del río en el Parque El Pretil - un sector lleno de basura y escombros- en áreas despejadas y limpias se ha modificado positivamente en el entorno, lo que ha significado un verdadero impacto ciudadano entre los copiapinos, quienes hace años no visualizaban agua en el cauce el Río Copiapó".
El presidente de la JVRC agregó que están conscientes de la importancia que tiene el río para los copiapinos. "Sabemos que su ausencia ha sido una carga sobre la ciudad durante mucho tiempo, por eso es importante demostrar que con poca agua se puede hacer mucho. Y en este proyecto, justamente, está la demostración de lo importante que es el Embalse Lautaro para nuestra zona, porque si logramos administrar de manera eficiente las aguas podemos no solo recuperar el río Copiapó, sino también proteger nuestro valle. Por ahora, estamos contribuyendo dentro de lo que podemos con obras que pueden mejorar la ribera".
Finalmente Timothy Taffe recomendó que la comunidad cuide y proteja la limpieza que se ha hecho, "pues hemos recuperado un tramo de la ribera del río y podrá ser aprovechado como paseo por muchos de nuestros habitantes. Además, es importante considerar que, aunque son aguas provenientes de cordillera, es importante tener en cuenta que no se trata de balnearios, ya que son aguas destinadas al riego".
Riesgo para la salud
A pesar de lo atractivo que resulta poder contar nuevamente con una franja del río Copiapó mejorada para que usen los vecinos, esta situación conlleva muchos riesgos, tal como lo señala Klaus Bieger químico y experto en medio ambiente de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Atacama.
El académico afirmó que "la primera preocupación debería ser biológica porque lo que estaba en el río no es nada precisamente muy limpio y puede haber peligro de infecciones, porque el cauce del río antiguamente llevaba bastante suciedad y esa cantidad de bacterias no es beneficiosa para la salud".
Bieger ejemplificó que si cae mucha lluvia podría imaginarse que el río podría estar más limpio, pero al caer poca cantidad hace pensar lo contrario, además los caudales de los ríos ayudan bastante a la limpieza y el Copiapó tiene muy bajo caudal.
"Esto es siempre porque uno no mira lo que ha pasado río arriba, por ejemplo cadáveres de animales que son arrastrados río abajo y por lo tanto puede arrastrar enfermedades microbacteriales, y eso se debe a que el caudal es bajo. Si el agua suma y se estanca y no hay mucho oxigenación, genera más microorganismos anaeróbicos, que son más patógenos que los otros que oxigenan".