Director de "Aquí no ha pasado nada": "No hay buenos y malos"
CINE. El chileno Alejandro Fernández Almendras compite en San Sebastián.
El cine chileno ha marcado una fuerte presencia en el Festival de San Sebastián, donde se han exhibido siete películas nacionales que tienen un denominador común: la inspiración en hechos reales.
Es el caso de "Aquí no ha pasado", largometraje del chileno Alejandro Fernández Almendras que compite en la sección "Horizontes Latinos" del certamen español, que para su realizador "responde a la realidad" del país.
Caso martín larraín
La cinta está basada en el caso de Martín Larraín, el hijo del ex senador Carlos Larraín, quien, tras dar muerte en un accidente automovilístico a Hernán Canales en 2013, salió absuelto tras ser juzgado.
"Esta película nunca buscó ser una 'buena película', quiso ser una película verdadera", comentó a la agencia Efe Fernández Almendras, quien destacó que el caso Larraín, en Chile, "fue supercomentado, superdiscutido, generó una ola de indignación porque fue muy evidente la manipulación de la Justicia".
Para el director, el desenlace judicial de ese caso "es una consecuencia lógica de cómo funcionan" las cosas en Chile.
A la hora de pensar cómo llevaría esta historia de la vida real a la pantalla grande, el realizador contó que decidió evitar hacer una película clásica sobre la Justicia, de contraposición de los buenos y los malos, y optó por hacer algo más ambiguo.
"No hay culpables ni malvados. No hay buenos y malos. Quería mostrar esa enorme zona gris que existe porque el sistema funciona mal y de la que hay personas que se benefician y otros son perjudicados", explicó. Protagonizada por Agustín Silva, hermano del director chileno Sebastián Silva, "Aquí no ha pasado nada" cuenta cómo Vicente conoce a un grupo de jóvenes de su edad de clase alta, con quienes se va de fiesta una noche en la que ocurre un accidente del que todos lo inculpan, a pesar de que es en verdad inocente. Fernández Almendras destacó que el que habla de la realidad no es el único cine posible, pero sí el que le ha movido hasta ahora como cineasta. El chileno adelantó que su próxima película será mucho más personal y para ello ha decidido que la rodará fuera de Chile. "Cuando hago una película en Chile, lo social se me mete por todas partes. Porque yo me pasé diez años fuera y a mi vuelta nunca me adapté a la injusticia social de mi país. Por eso, haga lo que haga me termina saliendo", dijo el director, quien trabajó como periodista de la Agencia Efe en Nueva York.