En este contexto y reconociendo que la figura de Trump genera más anticuerpos que simpatías, la idea antes mencionada podría ser un real aporte si llegara aplicarse.

Nuestros niños no pueden esperar

Hace semanas atrás, la Unicef contradijo la cifra oficial de menores muertos residentes en los centros a cargo del Sename. La cifra es alarmante, la disparidad entre un informe y otro llama profundamente la atención.

Independiente del número, que un solo menor a cargo de las instituciones que el Estado posee para su protección muera, es siempre un fracaso. Ésta cifra es una verdadera bofetada para un país que dice ser solidario.

Para Jesús, la infancia, a diferencia de los poderosos de su época que no la tenían en cuenta, era motivo de ternura y exaltación, al extremo de decir: "Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque los que son como ellos heredarán el reino de los cielos" y bien sabemos que el reino de Dios es justicia, misericordia, ternura, fraternidad y solidaridad en abundancia, donde nadie queda excluido. Por lo tanto ¿Qué podemos esperar para nuestro país si una parte de los herederos de esta patria sembramos totalmente lo contrario? Sembramos exclusión, olvido, soledad y lo más terrible, muerte.

Recordamos con fuerza que en el año 1979 toda la Iglesia latinoamericana hizo opción preferencial por los niños y jóvenes. Ha llegado la hora que las diversas instituciones de nuestra nación hagan la misma opción preferencial. Solo así podemos estar seguros que en el futuro tendremos un país donde sus ciudadanos vivan en fraternidad, hermandad y solidaridad.

Alfabetización científica

Esto contrasta con la finalidad que persigue la enseñanza de la ciencia en la escuela, según lo declarado en el curriculum nacional. La alfabetización científica responde a ¿para qué enseñar ciencia en los colegios? Y la respuesta es para que todos puedan comprender el mundo natural, tener opinión y tomar decisiones informadas sobre cuestiones científicas y tecnológicas que se deben hacer diariamente.

¿Se está logrando? El Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la OCDE mide comparativamente la competencia científica (junto con matemática y lectura) de los estudiantes de 15 años de distintos países.

Los resultados 2012 señalan que, si bien los chilenos obtienen en ciencia los puntajes más altos respecto a otros países latinoamericanos, están 56 puntos debajo del promedio de los países OCDE. Pero más allá del ranking, 34% no logra el mínimo requerido. ¿Por qué? Dentro de los obstáculos está la sobrecarga de contenidos conceptuales en la enseñanza de la ciencia.

Esto es un enorme desafío para la formación de futuros profesores, quienes deben ser preparados para promover el uso del conocimiento científico en situaciones de la vida cotidiana, más que la memorización de una amplia lista de conceptos que carecen de sentido para los estudiantes.

A pescar

Para la marejada política que se avecina, los potenciales candidatos a concejales y alcaldes, están preparando cañas y redes con atractivos anzuelos y tentadoras carnadas, con el fin de hacer picar a más de un pececito a la deriva.

Con las polémicas que día a día suma en su camino hacia la Casa Blanca, la carrera presidencial de Donald Trump se ha caracterizado por descalificaciones, promesas y llamados que incluso figuras de su propio partido repudian. Aunque la mayoría de ellas hacen muy discutible el programa del candidato republicano, una de sus propuestas sí puede resultar valiosa: eliminar el impuesto a la herencia. No sólo en Estados Unidos es un tema relevante; en Chile también hay una realidad asociada y que afecta de forma extrema a las empresas familiares, que deben pagar en efectivo una tasa de 25%. Si se considera que muchas veces lo que se recibe de herencia son acciones o derechos sociales, esto deriva en un endeudamiento adicional para la empresa familiar, que no sólo debilita la compañía, sino que en algunos casos implica su quiebra.

Claudio Müller, profesor Facultad de Economía y Negocios Universidad de Chile

Señor director:

Alexis Parra, vocero de Voces Católicas

Señor director: CONICYT dio a conocer los resultados de una encuesta nacional de percepción social de la ciencia y la tecnología, que señala que el 51% de los consultados cree que el nivel de educación científica y técnica recibida es muy baja o baja.

Marianela Navarro, U. Los Andes

Señor director:

Jorge Valenzuela