Carolina Collins/Efe
Tras la taquillera cinta de Steven Spielberg de 1975 "Tiburón", el miedo a esos depredadores es un tópico en sí mismo en el cine. Ese es el terror que experimenta el personaje de la actriz Blake Lively en "The shallows", cinta que se estrenó ayer en Estados Unidos y que llegará a Chile en agosto.
La cinta, dirigida por el español Jaume Collet-Serra, no sólo ha dado que hablar porque tiene como protagonista a una de las actrices que todos quieren tener en sus portadas, sino porque además ha recibido buenos comentarios por parte de la crítica especializada.
"The shalows" tiene un 75% de comentarios positivos en el sitio Rotten Tomatoes. La revista Rolling Stone publicó que la combinación Lively, Collet-Serra más el tiburón digital "no muestran piedad en engancharnos". El New York Times, en tanto, destacó que la actriz de 28 años se "desenvolvió bien, especialmente en el departamento 'vulnerable a un ataque de tiburón'".
La cinta entera prácticamente depende de Lively, quien da vida a Nancy, una estudiante de medicina que viaja con su tabla de surf a una playa de la que le habló su mamá, que murió recientemente víctima de un cáncer.
La playa, que en la película llaman "la playa secreta", hace honor a su nombre al esconder un peligro: un tiburón blanco acecha la zona. El thriller se desata cuando Nancy queda aislada en una pequeña roca en la mitad del océano evitando que el temido pez la devore.
El constructor del miedo
La película ha sorprendido a la crítica, pero su director es un conocido de Hollywood. Collet-Serra estuvo detrás de la cinta de terror "La huérfana" (2009) y de otras tres cintas de misterio protagonizadas por Liam Neeson ("Una Noche Para Sobrevivir", "Non-Stop: Sin escalas" y "Sin identidad"), lo que habla de una trayectoria en la labor de poner nervioso al público.
Y después de haber sumado una lista de thrillers sombríos a su currículum, el realizador asegura que quería hacer "algo diferente, algo que tuviera sobre todo más luz", algo que cumple con el paisaje playero de "The shalows".
"Me interesaba la idea de hacer una película con un solo personaje, con una sola localización, con un poco más de luz y color. Y también hacer una película donde tuviera muchos efectos visuales, para poder probar cómo es eso", detalla Collet-Serra.
Rodada en su mayoría en una playa idílica de Australia, la producción de la cinta afrontó diversas dificultades. El director sabía que las películas que transcurren en el mar y la naturaleza son complejas de hacer y asegura que "la nuestra no ha sido diferente". "El problema es que la naturaleza, todos lo sabemos, y especialmente cuando estás en una isla y cerca del agua, cambia cada cinco minutos", reveló el español a Efe. Y eso lo dice porque un factor clave durante el rodaje fue estar al tanto de las mareas. Y para cumplir con el clima de terror que tenía que haber en la cinta, mientras su única protagonista era acechada por un tiburón clave, un punto importante era el realismo del temido pez, para lo que contaron con los avances de la tecnología, algo que no tuvo a mano Spielberg cuando hizo "Tiburón". Pero más importante que el realismo del animal, según el realizador, era la actuación de quién se enfrentara a él, que iba a tener que asumir el peso de la película sobre sus hombros. "Cuando tienes un sólo personaje, el actor no es que sea importante: es fundamental. Tienes que escoger a alguien que no sólo se sienta atraído por el proyecto sino que funcione para el proyecto", dijo. "Ya no es una cuestión de guión, porque no habla durante media hora. Todo lo que ocurre, ocurre en su cara, en sus reacciones. Y tienes que poner mucha fe en ese actor y el actor fe en ti", agregó. El director lleva un rato trabajando en Hollywood, y de a poco ha comprendido los pro y los contra de estar inmerso. "Tienes que entender que lo mejor y lo peor de Hollywood es que es una industria", dijo, y concluyó que lo bueno es que es un mundo "predecible" y lo malo es que "le interesa sólo lo que le interesa".
Otros proyectos del director
El director español Jaume Collet-Serra volverá a colaborar con quien se ha convertido en su actor fetiche, Liam Neeson con quien ya trabajó en tres películas antes; "Una Noche Para Sobrevivir", "Non-Stop: Sin escalas" y "Sin identidad". Ahora se reencontrarán en un thriller con "muchos personajes y misterio" ambientado en un tren titulado "The commuter". El director no le cierra la puerta a continuar alimentando ese vínculo con Neeson. "Si puedo trabajar con mi fotógrafo en diez películas, por qué no puedo trabajar con mi actor en diez películas", se pregunta.