El representante de la Iglesia Católica en Atacama, el obispo Celestino Aós, sostuvo ayer una reunión con la prensa local, instancia en la que planteó diversos puntos que se trataron en la reunión de los obispos en Punta de Tralca, informó sobre el documento escrito por el Papa Francisco "La Alegría del Amor", y se refirió al conflicto en el que se encuentran los funcionarios públicos de Atacama y el Gobierno.
Respecto a la reunión de los obispos Aós indicó que "uno se admira cuando constata la gran actividad que tiene la Iglesia (...) aunque tenemos medios muy limitados. Pero cuando uno escucha de toda la actividad que la Iglesia hace podríamos decir la actividad de la misericordia, el trabajo en las cárceles, la labor que se hace en los hospitales, con los enfermos también es un trabajo callado al que la iglesia destina cantidad de esfuerzos y de tiempo (...) y el trabajo que se hace de cara a los inmigrantes que fue uno de los temas que apareció con mucha fuerza ahí". En relación al documento realizado por el Papa Francisco. Aós señaló que "se titula La Alegría del Amor y tiene más de 300 párrafos divididos en 9 capítulos y habla del amor principalmente en la familia".
Conflicto
En relación al conflicto hoy se registra en Atacama, Aós sostuvo que "a mi hay algunas cosas que me impresionan. En primer lugar me impresiona con dolor lo insignificante que somos, la poca atención que se nos pone. Estuve en Santiago y resulta que en Santiago y en la prensa nacional no había aparecido para nada. Es cierto que la Araucanía, con la violencia y la quema de las iglesias, ocupa el primer lugar muchas veces para las portadas" Aós agregó que "cuando a uno le preguntan cómo están por Copiapó uno responde: mire están en huelga ¿de qué huelga? Llevaban más de un mes de huelga y dicen no tenían idea. La gente no tiene idea de que aquí hay una huelga". El religioso comentó que en virtud de esta desinformación no hay un sentido de preocupación global. "En Chile necesitamos no solamente preocuparnos de la casa hasta la puerta entender que somos chilenos todos (...) creo que falta una preocupación a nivel nacional por todos los que están sufriendo y lo que necesitan, y ahí faltaría información".
Añadió que "cómo si tenemos representantes, parlamentarios, delegados, personas que en principio son los líderes que deben liderar estos movimiento, no han sido capaces de ir avanzando y encontrando soluciones (…) Cuando uno toma una determinación y principalmente cuando son personas públicas, cuando son líderes, tienen que calibrar las consecuencias".