Castro y Obama hablan de DD.HH. y el embargo en el Palacio de la Revolución
LA HABANA. "Es un nuevo día", anunció el Mandatario estadounidense sobre las relaciones entre EE.UU. y Cuba. El líder cubano, en tanto, negó que existan presos políticos en su país y defendió la entrega de salud y educación gratuita en la isla.
Eran cerca de las 11.00 horas en La Habana y el Presidente cubano, Raúl Castro, recibía en el Palacio de la Revolución a su par estadounidense, Barack Obama, para sostener el tercer encuentro entre ambos, pero el primero celebrado en la isla.
En la cita, que se prolongó por más de dos horas, los mandatarios abordaron temas sensibles para sus países, entre ellos el embargo económico impuesto por EE.UU. y la situación de los derechos humanos en Cuba. Fue "una conversación franca y sincera", según definió Obama en una rueda de prensa posterior a la cita que ofreció junto a Castro.
Obama, que se convirtió en el primer Presidente estadounidense en visitar la isla en 88 años, anunció "un nuevo día" en la relación entre Washington y La Habana luego de más de 50 años de diferencias, y dijo estar convencido de que el embargo llegará a su fin.
"Hace medio siglo, la imagen de un Presidente de EE.UU. aquí en La Habana hubiera sido inimaginable, pero este es un nuevo día entre nuestros dos países", manifestó el gobernante norteamericano, quien llegó a La Habana el domingo por la tarde junto a su familia.
"El embargo va a terminar, lo que no puedo decir con seguridad es cuándo", agregó.
Obama enfatizó que "continuamos teniendo importantes diferencias", pero aseveró que tras la reanudación de relaciones bilaterales en julio de 2015 ahora discuten estos desacuerdos "directamente".
"Tenemos dos sistemas diferentes de gobiernos, dos economías diferentes. Y tenemos décadas de profundas diferencias, tanto bilateralmente como internacionalmente", recordó Obama. Sin embargo, remarcó que "el futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más".
El encuentro con la prensa no estuvo exento de tensión, pues al ser consultado por un periodista por qué en su país existen presos políticos, Castro respondió con molestia: "Dame la lista de los presos políticos... si hay presos políticos van a estar libres antes de esta noche".
Ante el llamado de su homólogo estadounidense a tener un mayor respeto a los DD.HH. y la democracia, el líder cubano respondió que su Gobierno le da énfasis a derechos como la salud y la educación gratuitas, al tiempo que restringe actividades que realizan los cubanos porque cree que hay agentes estadounidenses detrás de ellos con el propósito de desestabilizar el Ejecutivo.
Asimismo, el hermano de Fidel pidió a Obama el fin del embargo y la devolución del territorio de Guantánamo.
Antes de reunirse con Castro, Obama hizo un gesto simbólico al depositar una ofrenda ante al monumento al héroe nacional José Martí en la Plaza de la Revolución, una señal de respeto a la independencia de Cuba. La banda militar cubana interpretó el himno de EE.UU. con el mural de Ernesto "Che" Guevara de fondo.
"Es un gran honor rendirle homenaje a José Martí, que dio la vida por darle la independencia a su patria. Su pasión por la libertad y la autodeterminación viven en la gente de la Cuba de hoy", escribió el Mandatario en un mensaje que dejó en el monumento.