Advierten que el humo del cigarrillo puede aumentar la obesidad y disminuir el rendimiento cognitivo de los niños
Especialistas de la Universidad de Augusta (Georgia, EE.UU.) advirtieron que la exposición al humo de cigarrillo está asociado con un aumento en el diámetro de la cintura -indicativo de la obesidad- y una disminución en el rendimiento cognitivo infantil.
Los autores hicieron énfasis en el humo de segunda mano, esto es, el que sale del extremo del cigarrillo y el que exhala el fumador.
Catherine Davis, sicóloga y autora del estudio, observó cómo un grupo de niños actúan como "fumadores pasivos" y sufren las consecuencias de las sustancias tóxicas del humo. Para ello, los científicos reclutaron a 220 niños y niñas de entre 7 y 11 años de edad, con tendencia al sobrepeso u obesidad.
Los especialistas encontraron que la exposición al humo estuvo asociado con un aumento de la adiposidad de los niños en sus vientres. "Cada una de nuestras medidas cognitivas fue menor en los niños expuestos", señaló Davis.
Los porcentajes de grasa corporal en los participantes fueron tan altos que aumentó su riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular y otras relacionadas con la mala alimentación, tales como la diabetes. El estudio no hizo distinción de la cantidad de grasa corporal de los niños ni su nivel socioeconómico.
"Todas las cosas malas que la grasa nos hace, el tabaquismo pasivo las empeora", remarcó Martha Tingen, especialista en pediatría y coautora de la investigación.
En cuanto al rendimiento cognitivo, los autores explicaron que las pruebas realizadas tuvieron relación con la atención que prestaban los niños y la forma en cómo respondieron algunos exámenes estandarizados. Los expertos calificaron los resultados de estas pruebas como "pobres".
"Estamos hablando de una receta para un niño poco saludable que se convierte en un adulto poco saludable que no puede alcanzar su máximo potencial", añadió Tingen.
Los científicos de Augusta hicieron un llamado a padres y madres a vigilar la nutrición de los niños, fomentar la actividad física y sobre todo disminuir el consumo de tabaco en el interior del hogar.
"Si estás respirando el humo de segunda mano, es casi tan malo como si estuvieras fumando un cigarrillo", sostuvo Tingen. El estudio fue publicado en la revista Childhood Obesity.
600 mil personas mueren en el mundo por el humo del cigarrillo ajeno, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
40% de niños a nivel mundial tiene al menos un progenitor que fuma, según la OMS. El 28% de ellos ha fallecido.