Aumento de la deuda bancaria
Las personas entre 35 y 40 años son las más endeudadas, con montos promedio de $20,2 millones. Le sigue el segmento de 40 a 45 años, con $19,7 millones. En general, las empresas y la banca nacional han sido cuidadosas en la evaluación de los clientes, para no generar una burbuja de deudores insolventes que pueda estallar en algún momento.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras ha precisado que la deuda de los clientes bancarios del país durante el presente año aumentó a un promedio de $14,2 millones, con un incremento de 5%.
Por producto, 1,5 millones de deudores tienen créditos de consumo en cuotas, 2,2 millones de deudores en tarjetas y líneas de crédito y 700 mil deudores en préstamos hipotecarios. Las personas entre 35 y 40 años son las más endeudadas, con montos promedio de $20,2 millones. Le sigue el segmento de 40 a 45 años, con $19,7 millones.
Según el informe, uno de cada 5 deudores presenta algún grado de morosidad, que disminuye con el nivel de ingresos. Las personas con deuda impaga aumentaron de 2% en 2014 a 2,3% en 2015, aunque el informe reveló que las mujeres tienen, en promedio, menos morosidad que los hombres.
En las fases expansivas de los ciclos económicos suele aumentar la demanda de crédito, mientras en los períodos de desaceleración, como el actual, las personas que pierden su trabajo o tienen una mayor probabilidad de perderlo, como es el caso de los jóvenes, adultos mayores y mujeres, se ven obligados a dejar de pagar sus compromisos. Las mujeres se ven más vulnerables por su menor participación en la fuerza laboral, mayores tasas de desempleo y por la brecha salarial respecto de los hombres.
Algunos informes revelan que Chile lidera las compras de vestuario en América Latina y tiene el parque automotor más moderno del continente, con ventas esperadas anuales de más de 300.000 vehículos nuevos. Paralelamente, multitiendas chilenas se han expandido a Perú, Brasil, Argentina y Colombia, poniendo en práctica las mismas recetas para incentivar el consumo mediante promociones y tarjetas.
Obviamente, no se trata de renunciar a un sistema que ha permitido a las familias acceder a nuevos bienes, tecnologías y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, un sector importante no lo ha asumido con la debida responsabilidad. En general, las empresas y la banca han sido cuidadosas en la evaluación de los clientes, para no generar una burbuja de deudores.