Un estudio de la Universidad del Este de Carolina (EE.UU.) advierte que las personas con diabetes son más propensas a la depresión y el estrés que otros individuos.

La investigación, publicada en la revista Diabetes Care, hace hincapié en la mezcla de estas enfermedades en el organismo, que puede derivar en una mayor mortalidad por males cardiovasculares.

En resumen, estos tres problemas de salud física y mental aumenta al doble el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca, en comparación a las personas que no padece ninguno de estos males.

"Nuestro estudio es uno de los primeros en mostrar un aumento en el patrón de probabilidad de los resultados cardiovasculares adversos en los pacientes con diabetes en comparación con aquellos que no la tienen", aseguró Doyle Cummings, académico y autor principal del estudio, citado por el portal Medical Daily.

El especialista explicó que el primer aumento de probabilidad se da cuando la persona solo tiene estrés o depresión. El patrón antes mencionado aumenta cuando se acentúa la comorbilidad, término médico que alude a la presencia de uno o más trastornos además de la enfermedad o trastorno primario.

Para evaluar el impacto de estos problemas de salud mental en las enfermedades cardíacas y vasculares, Cummings y sus colegas revisaron datos de casi 22 mil adultos, incluyendo cerca de 4.100 pacientes con diabetes. Los participantes tenían un promedio de edad de 64 años y el 58% eran mujeres.

Al inicio del estudio, aproximadamente el 19% de los voluntarios tenía diabetes, mientras que el 10% informó de un aumento en los síntomas depresivos y el 28% reportó un estrés elevado.

Los que reportaron mayores problemas de salud mental y diabetes fueron las mujeres, los participantes de escasos recursos y, en el caso específico de EE.UU., la población negra y los habitantes del "Stroke Belt", zona del sureste conocida por su alta prevalencia de estos eventos cardiovasculares.

Para las personas con diabetes, ya sea que tengan estrés o depresión, aumentaron su riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en un 53%, en comparación a otros diabéticos que no tenían estos problemas de salud mental. La unión de las tres enfermedades dobló las cifras, según el estudio.

22.000 datos de pacientes adultos fueron revisados en el estudio realizado por la Universidad del Este de Carolina (EE.UU.)

53% de riesgo de tener enfermedades cardiovasculares tienen los pacientes diabéticos con depresión o estrés alto.

Pamela De Vicenzi

La mentira puede tener distintas caras: ocultar lo que no se quiere mostrar -en especial en las redes sociales-, modificar un argumento para no herir a otro o simplemente alcanzar un beneficio personal que no se puede obtener mediante la verdad.

Un estudio de la Universidad Aalto (Finlandia) analizó los diversos efectos de la mentira en las relaciones y reveló ciertos aspectos que se pueden dar cuando una persona omite información. Incluso dio cuenta de algunos beneficios de mentir y el lado negativos de la honestidad.

La investigación destaca que las llamadas mentiras "blancas" y la falsa adulación pueden llegar a ser tipos de engaño aceptables.

Según el estudio, los padres, tutores y educadores invierten grandes cantidades de esfuerzo en enseñar a los niños a no mentir y no ocultar información. Sin embargo, como el engaño está presente en prácticamente todas las interacciones humanas, es difícil no utilizar este recurso.

Robin Dunbar, conocido antropólogo y sicólogo evolutivo, estableció un equipo de investigación para ilustrar cómo la verdad y la mentira afecta el tejido social a través de un modelo matemático.

Para efectos de este estudio, publicado en la revista Interface, Dunbar se alió con Kimmo Kaski, experto en computación de Aalto y los mexicanos Rafael Barrio, Tzipe Govezensky y Gerardo Iñiguez.

Modelo matemático

Los investigadores escribieron en el estudio que el modelo fue construido de tal manera de tener en cuenta "la dinámica de la intensidad de las interacciones, la influencia de la opinión pública y el hecho de que en cada interacción humana podría ser conveniente para engañar o retener información en función de la situación instantánea".

En documentos anteriores se ha representado la mentira y la verdad desde el punto de vista de su coherencia y consistencia. Sin embargo, en el estudio de Dunbar y su equipo, el modelo matemático tiene en cuenta que cada persona tiene un potencial, ya sea para la honestidad o el engaño, dependiendo exclusivamente de las circunstancias y el estado de ánimo de quien las emite.

En términos matemáticos, el modelo revela cómo cada persona tiene un determinado número de enlaces con otros, que se fortalecen cada vez que ambas partes comparten la misma opinión.

Cuando no están de acuerdo su vínculo se debilita y en última instancia se produce un quiebre una vez que la brecha entre los dos se amplía. Tras la ruptura, el modelo muestra que se producen vínculos nuevos.

Aspectos de la mentira

Dentro del modelo, las mentiras "blancas" apoyan las relaciones y mantienen la red de la comunidad. Por ejemplo, poner "me gusta" a la actualización de estado de un amigo puede expresar el apoyo por parte del mentiroso, ya que no todas las mentiras son necesariamente gestos de apoyo. En comparación, los engaños antisociales y patológicos benefician solo al mentiroso.

Según los investigadores, el engaño funciona porque generalmente las personas dicen la verdad. Aún así, los mentirosos pueden jugar un papel importante en una comunidad, ya que pueden construir puentes a otras comunidades.

Sin embargo, el "exceso de mentirosos" en una comunidad, destruyen el tejido social y provoca que la confianza desaparezca.

"No hay ningún beneficio a la mentira a menos que esta sea pequeña", sostuvieron los expertos e indicaron que, siempre y cuando las mentiras sean pequeñas, los mentirosos podrían estar por sobre los honestos.

Honestidad negativa

La investigación señala que los mentirosos pueden sobrepasar a los honestos cuando el tamaño de la mentira sea pequeña y no haya castigo social.