Junto a la cama de dos plazas aparecen los tubos de oxígeno y una máquina autónoma de respiración que sostienen al "Guille" día a día. Pegadas sobre la pared de su habitación destacan las fotografías que cuentan de su breve historia. Guillermo Salinas cumplió 13 años y desde los tres aprende a diario a cómo lidiar con la fibrosis quística.
El "Guille", como le dicen de cariño, regresó de un control médico desde Santiago hace 10 días. Justo en el viaje el pequeño sufrió un neumotórax que lo dejó internado por ocho días en el hospital San José del Carmen. Recién el lunes pudo volver a su casa de Paipote, en la Comuna de Copiapó junto a su madre quien es su apoyo emocional y quien lo sostiene en su enfermedad.
No es la primera vez que el niño pasa por esta situación. Luego que el 2005 le diagnosticaron la fibrosis quística comenzó una batalla. Desde hace tres años la enfermedad se ha vuelto más agresiva.
Oriundos de Vallenar, la familia del menor tomó la decisión de trasladarse hasta Copiapó para estar más cerca del hospital donde el "Guille" es tratado con sesiones de 21 días cada tres meses las que lo obligan a ser internado. Esto si todo funciona bien y no desarrolla algún tipo de crisis las que hoy, dada la condición de deterioro, se hacen más frecuentes.
Pese a la gravedad de su enfermedad el niño derrocha simpatía, fuerza y ganas de vivir. Sentado sobre su cama y sin perder nunca de vista el rostro de su madre, Guillermo cuenta que en el hospital lo han tratado súper bien y agradece a cada una de las personas que se han preocupado por él.
Carla Castillo, su madre, supo que tendría que dar una lucha para mantenerlo con vida desde que le entregaron el primer diagnóstico. Lo ha visto crecer, ha notado sus cambios y pese a que intenta tratarlo como un niño normal sabe que no es fácil. "Él a veces se ve fuerte y otras veces decae. A veces me siento tan débil pero no lloró frente a mi niño, tengo esperanza, ahora los médicos dijeron que debe subir de peso para estar listo en caso de que surja un donante".
Carla intenta rehuir la mirada de su hijo para no mostrarle preocupación. Cuando cuenta de la historia de Guillermo lo abraza tiernamente aguantando sus lágrimas.
"Guille" está a la espera de un trasplante de pulmones. No hay certeza de cuándo será, pero cada día su frágil cuerpo se deteriora más. "Una vez muerto los órganos se los comen los gusanos, si se donan salvan vidas y también pueden salvar a mi hijo" dice Carla en medio de los sollozos.
Una de las grandes pasiones de "Guille" es el fútbol y aunque señala ser un hincha de Club de Deportes Copiapó, equipo al que ha acompañado en varios partidos, su corazón futbolero se divide cuando habla de la Universidad Católica.
"Mi jugador favorito es Jeisson Vargas, si alguna vez lo conociera creo que le hablaría altiro, le diría que es un crack, que va a llegar lejos", comenta emocionado el menor.
La vida no ha sido fácil para "Guille" y su familia, pesé a esto antes de que la enfermedad se agravara el niño asistía a clases en la escuela Hernán Márquez Huerta de Paipote, donde cursaba séptimo año.
Guille mira en el televisor un comercial navideño y sueña en voz alta. "Me gustaría para esta navidad tener mis pulmones y poder correr, jugar a la pelota y llegar a ser un gran jugador de Copiapó o de la Cato y también tener un dron".
Videos en Internet
Es tanta la fuerza de este niño que logró capturar todo el cariño de los médicos auxiliares y enfermeras de la Unidad de Pediatría del hospital copiapino. Incluso llevó a Iván González, esposo de una funcionaría, a realizar una serie de videos para viralizar su necesidad de ser trasplantado y la urgencia de contar con donantes.
"El año pasado fuimos a un bingo con mi esposa, en la Universidad de Atacama, quien coincidentemente trabaja en el hospital. Fue ahí que vi una imagen donde aparecía este niño con una camiseta de la Universidad Católica y como yo soy cruzado quise conocerlo y me conmovió su historia, de ahí comenzamos a subir los videos"
Las imágenes se han viralizado, han llegado a tener más de 20 mil visitas y han sido replicadas en distintas redes sociales a la espera de contar con un donante para conseguir el trasplante y salvar la vida de Guillermo.
"Me gustaría para esta navidad tener mis pulmones y poder correr , jugar a la pelota y llegar a ser un gran jugador de Copiapó o de la Cato". Guillermo Salinas Paciente con fibrosis quística "Una vez muerto los órganos se los comen los gusanos si se donan salvan vidas y también pueden salvar a mi hijo"
Carla Castillo, Madre de Guillermo Salinas