Calle Colipí
Reforma Laboral, definiciones pendientes
La Dirección del Trabajo ha señalado que no es posible el reemplazo de un trabajador modificando sus faenas y, principalmente, solicitándole la realización de una función que nunca ha realizado. Aquí es determinante la redacción del contrato de trabajo y hasta qué punto debe entenderse el reemplazo interno. ¿Podemos entender que un vendedor que se desempeña en un área específica se le soliciten las funciones de vendedor en un área en la que nunca se ha desempeñado? Su contrato parece abarcarlo pues hablamos de un "vendedor", pero si nos ceñimos a lo determinado por la Dirección del Trabajo, no sería posible.
Estas zonas grises son las que diferencian Chile con el reemplazo interno en otros países, pues en algunos -no en todos como se ha tratado hacer creer- se permite más abiertamente la sustitución interna de trabajadores durante una huelga. Por otro lado, en países que permiten el reemplazo interno como Brasil, buscan que los trabajadores cumplan ciertas condiciones especiales (habilidades) siempre que no se afecte su horario normal, vale decir, diametralmente distinto a nuestro caso en que explícitamente se permite modificar los turnos u horarios.
Asimismo, al no quedar claro hasta qué punto es permitido el reemplazo interno, puede dar pie a la judicialización.
Estos son los temas en que debiera centrarse la discusión.
Inseguridad ciudadana
La PDI y Carabineros hacen una gran labor, lo importante que ello es reconocido por la gente y las policías son cercanas a la comunidad, pero ello no es todo, la gente buena desea que detectives y carabineros tengan mas facultades y que no estén llenos de restricciones. Si contaran con más facultades de actuación estarían mas de un paso sobre la delincuencia y la seguridad poco a poco se iría recuperando.
Por otra parte, sabemos que habrá 1200 detectives y 6000 carabineros mas, pero en el caso de los detectives y oficiales de Carabineros su formación tarda cuatro años y las necesidades son del momento, quizás la solución pase por llamar al servicio a 1000 detectives y a 1000 carabineros con hoja de vida intachable y con ello se daría un gran paso hacia la seguridad, que hoy es una necesidad y anhelo de todos los chilenos.
Ojo, pestaña y ceja
Es de esperar que no termine ocurriendo lo mismo con la gratuidad para los estudiantes de la educación superior…
Señor Director:
Muy interesante resulta el aporte de don Raúl Céspedes Valenzuela en su columna sobre "Calle Colipí. Juan Lorenzo Colipí". El nombre Colipí lo escuché desde niño porque mi madre, Nellie Jenkin Lazo, nació en la residencia de sus padres ubicada en esa calle, la que resultó completamente destruida con el gran terremoto del siglo pasado. En la capital existen cuatro calles Colipí pero me llama la atención que en la comuna de Providencia, donde vivo, existe una calle muy corta, casi al llegar por Los Leones a la avenida Providencia y que lleva también el nombre Colipí pero escrito como Col y Pi. Es un letrero oficial que la Municipalidad de Providencia debiera rectificar con la autoridad del registro museográfico que nos acaba de entregar don Raúl Céspedes, a quien traspaso este pedido.
Sergio Prenafeta Jenkin
Las indicaciones al Proyecto de Ley que modifica las relaciones laborales señalan que es posible modificar los turnos y horarios de trabajo de los trabajadores no involucrados en la huelga, con lo cual aquellos que desempeñen el mismo cargo de huelguista pueden reemplazarlo. Lo anterior abre la puerta a una gran duda: ¿dónde termina el "puesto" del trabajador y comienzan sus "funciones"?
María Elena Reyes, abogado responsable Área Laboral y Seguridad Social de Cuevas Abogados
Sin duda la inseguridad es un problema que transversalmente afecta a todos, los delitos varían según el sector social pero nadie puede sentirse seguro. Se sabe que hay programas de gobierno respecto a ello pero lamentablemente son cupulares y no llegan a la base ciudadana que es donde debe llegar.
Alberto Contreras Silva
Cuando se aprueban e inauguran leyes /proyectos apurados, sin medir sus reales alcances, buscando claros efectos para mejorar el clima imagen-político-eleccionario, sin escuchar las opiniones de los expertos, ni de los afectados, pueden terminar siendo un gran dolor de cabeza para sus supuestos beneficiarios, un saco sin fondo para el fisco y de todos los chilenos para apuntalarlos en el tiempo…y como siempre ocurre, de sus entusiastas promotores y cortadores de cintas nunca más se sabe, basta citar el caso del Transantiago…
Luis Enrique Soler Milla