Un gol de penal del argentino Sergio "Kun" Agüero en el minuto 90 le dio el triunfo a domicilio al Manchester City sobre el Borussia Mönchengladbach, en un trabajado partido de los ingleses por la segunda jornada de la Liga de Campeones.
Si el partido terminó sin goles en el primer tiempo se debió ante todo al trabajo de los arqueros, sobre todo al de Joe Hart, y a que Agüero parecía no estar fino en la definición.
El seleccionado argentino tuvo su primera ocasión en el minuto 5, tras un centro desde la izquierda de Sterling que recibió dentro del área chica.
El delantero alcanzó a rematar, pero el meta del Gladbach, Yan Sommer, reaccionó con parando el balón con una rodilla.
En el minuto 18, en un contragolpe del Gladbach, el árbitro marcó un dudoso penal por supuesta falta de Nicolás Otamendi sobre Raffael.
Penal errado
Raffael asumió el cobro, pero Hart le adivinó la esquina y desvió el balón al córner.
Hart volvería a aparecer dos veces de gran manera, en el minuto 32 y en el 37, al detener dos disparos dentro del área de Raffael y de Hermann en sendos contragolpes
El Gladbach tenía una ligera ventaja en cuanto a ocasiones de gol, pese a que el City tenía más la pelota.
Se abre la cuenta
Al fin, en el 54', el Gladbach logró superar a Hart con un remate de Lars Stindl desde dentro del área aprovechando un centro de Korb desde la derecha. La jugada la había iniciado Patrick Hermann con un buen pase a Korb por uno de los ripios que dejó abierta la defensa del City.
Tras el gol aumentó la presión del City que culminó en el minuto 65 con el empate de Otamendi con un remate desde el centro del área, aprovechando un rebote en un tiro de esquina.
De ahí el City apretó el acelerador ante la fatiga de los alemanes. Y fue Agüero quien volvió a tener otra gran oportunidad a los 74', pero perdió el duelo con Sommer, que se atravesó providencialmente en su disparo.
Ya sobre el final, cuando la presión de los dirigidos por Manuel Pellegrini parecía replegarse, un penal de Fabian Johnson sobre Sergio Agüero le dio la ventaja al equipo inglés.
Fue e propio Agüero, que había tenido ya varias ocasiones, quien tomó el disparo y no falló.