Cuba y EE.UU. reabren sus embajadas con diferencias por Guantánamo
Después de 54 años de ruptura, Cuba y EE.UU. restablecieron ayer formalmente sus relaciones diplomáticas y reabrieron sus embajadas en Washington y La Habana. Un simbólico acto donde la isla volvió a izar su bandera en Washington puso el broche de oro al histórico día.
La diplomacia entre ambos países se reanudaron a las 0.01 de ayer (05.01 GMT). A esa hora, las Secciones de Intereses de una y otra nación, abiertas en 1977, pasaron a ser formalmente embajadas, en un paso más en el acercamiento anunciado el 17 de diciembre del año pasado.
El Gobierno de Barack Obama esperará hasta el 14 de agosto para colocar su bandera en su sede diplomática en La Habana. El acto estará encabezado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
La ceremonia del izado de la bandera cubana, llevada a cabo en el edificio que desde 1977 acogía la Sección de Intereses de Cuba, estuvo liderada por el canciller cubano, Bruno Rodríguez. En el acto, en el que se interpretó el Himno de Cuba, la representación oficial de EE.UU. estuvo a cargo de la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson.
"Es grande el desafío porque nunca ha habido relaciones normales entre EE.UU. y Cuba pese a siglo y medio de intercambios entre sus pueblos", destacó Rodríguez en la ceremonia.
La bandera izada es la misma que fue arriada hace 54 años cuando los países rompieron relaciones y, desde entonces, ha sido conservada por una "familia de libertadores" en Florida.
"Hemos llegado aquí gracias a la conducción suprema del líder Fidel Castro Ruz", sostuvo el representante cubano.
cHOQUE POR GUANTÁNAMO
Primer canciller cubano que visita Washington desde 1959, Rodríguez hizo numerosas referencias al prócer cubano José Martí y a la historia de "injerencia" de EE.UU. en los asuntos de Cuba.
Nos obstante, trasladó a los asistentes el "firme compromiso" del Gobierno cubano para avanzar en las relaciones entre los dos países, aunque "sin menoscabo alguno" de la independencia del pueblo cubano y "su lucha centenaria por la plena autodeterminación".
Tras la ceremonia, que incluyó el desvelado de una placa en la verja de la embajada, el canciller Rodríguez se dirigió al Departamento de Estado para reunirse con Kerry. Fue la primera visita de un responsable de la diplomacia cubana a esa sede desde la ruptura de las relaciones, en 1961.
Después la reunión, Kerry dijo que el reclamo de la devolución del territorio que ocupa la base naval "no forma parte de la conversación" por ahora entre su Gobierno y el de la isla.
El diplomático norteamericano dijo, de todas formas, que ambos países comienzan ahora a "reparar lo que estaba dañado" tras 54 años de enemistad. Comprometió, asimismo, "vivir como buenos vecinos sobre la base del respeto mutuo".
Por el momento no habrá embajador: Jeffrey DeLaurentis, hasta ahora director de la Sección de Intereses en La Habana, será ascendido a jefe de negocios, al igual que el hasta ahora jefe de la legación cubana en Washington, José Ramón Cabañas. Ambos países deben designar embajadores más adelante.
Distintos gobiernos de América Latina aplaudieron esta nueva etapa concretada por ambos países. "El mundo espera que este paso permita avanzar en nuevas relaciones de respeto en términos de igualdad con Cuba y nuestra América, es la hora", dijo el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, a través de Twitter.
Argentina, en tanto, hizo votos para que traiga el fin del "injusto e ilegal" embargo estadounidense, mientras que el Gobierno chileno consideró que la reapertura de embajadas es "el paso final para terminar definitivamente con la guerra fría".