Barrio de emergencia levantado tras el 25M no aguantó y vecinos perdieron la inversión
LOS LOROS. Pobladores gastaron el bono de enseres que entregó el Gobierno.
Las casas que fueron entregadas a las personas de Los Loros que lo perdieron todo con la catástrofe del 25 de marzo no soportaron la primera lluvia. Desde las goteras en los techos, hasta el barro que se concentró en el terreno por su base de tierra, afectó las construcciones.
El 70% de las viviendas de emergencia ubicadas en la villa Nueva Esperanza de la localidad resultaron con daños por las intensas precipitaciones. "Acá no se ha presentado nadie a ver la solución. El problema no son las goteras, sino que las casas están mojadas por debajo también", informó Luis Araya, presidente de la junta de vecinos de la villa.
Las lluvias, que comenzaron a las dos de la madrugada en el sector, hicieron colapsar el piso de tierra y sin base o protección. Se generó un barrial que humedeció las casas de emergencia por el piso, dañando así el material de madera del que se construyen. "Estamos colapsados en agua y barro. Supuestamente este es un barrio seguro y mira en lo que se ha transformado. En un barrial", dijo Araya.
Bono
En el lugar se hizo la instalación de viviendas por parte del Gobierno, pero los vecinos no se quedaron con la primera construcción y el millón 200 mil que se entregó a los damnificados de la catástrofe lo utilizaron en la ampliación de sus hogares.
"Acá hay casas con goteras y se dañaron las ampliaciones que hemos hecho con el dinero del bono de enseres que dieron. Nosotros hemos invertido la plata acá para poder vivir. La dignidad con esto nos la mataron. La quebrada nos llevó todo, pero no se nos han quitado las ganas de salir adelante. Ampliamos y nuestras construcciones resistieron, pero las casas que nos entregaron nos dañaron nuestra inversión", añadió el presidente.
En el barrio el lodo está por todas partes y las obras que se realizaban para el alcantarillado han hecho que el piso termine cediendo dando paso a que aparezcan los socavones que preocupan a los vecinos por posibles caídas o colapsos mayores que dañen aún más las casas.
"La inversión es grande aquí ya que todos han hecho ampliaciones con la plata que dieron. Pero con esto habrá que empezar de cero, ya que está todo dañado", destacó David Matus, vecino.
Daños
En el lugar viven 400 personas que dicen no tener otro lugar dónde ir. Muchos reclaman por la prontitud que hubo en llevarlos al sitio y las pocas obras que se han realizado desde que están ahí. "Donde este lugar es en caso de emergencia lo hicieron rápido. Querían que desocupáramos el colegio pronto y nos trajeron acá. De qué les sirve si los niños entraron una semana y salieron de vacaciones. Aquí se pidió que tiraran estabilizador e hicieran trabajos como corresponde y nunca se hizo nada", resaltó el presidente del barrio.
"La casa no resistió, no aguantó el agua y se pasó todo el techo. No tienen tapa goteras ni caballetes. Estaba mal construida la casa. La mayoría de las casas se gotearon y las cosas de las personas se mojaron. Hemos pasado toda la noche aquí, poniendo nylon. Acá nadie vino antes y aún no llega nadie a ver la situación", dijo David Matus, residente del lugar.
Niños
La preocupación de quienes habitan el lugar son los más pequeños. "Son 170 niños los que viven en la villa, viene la humedad y las enfermedades. Hay que esperar a que se sequen las casas y tal vez cuánto tiempo pasará antes que eso suceda", lamentó Araya.
Gloria Silva y Juan Contreras viven uno de los casos más dramáticos, ya que tienen a Emilia de seis meses y van en la segunda tragedia en el año. "Mi casa de emergencia venía sin canaleta. Yo tengo una guagüita de seis meses y la debo tener acostada nomás para que no se enferme", dijo Contreras quien agregó: "Perdí todo y ahora se me mojan mis cosas, necesitamos que vengan y pavimenten acá afuera y terminen los baños. El agua entró por ahí".
Las 66 familias del lugar se vieron afectadas. Los adultos tratan de mitigar los daños haciendo escurrir el agua para despejar sus casas, pero destacan que ellos son capaces de aguantar. "Lo de ahora por los niños es más, uno es adulto y resiste. Viene la humedad y hay muchas guagüitas. No es que uno sea mal agradecido, pero estas casas no están en condiciones. Se hicieron hoyos en los pisos y el frío está por todos lados", resaltó David Matus.
Gobierno
"Tenemos una situación delicada en el barrio de Los Loros. Personal se desplaza al lugar. Queremos saber lo que ocurre en las viviendas y ver qué paso en el sector. Sabemos también que el terreno se vio inundado. Vamos a tomar todas las medidas que nos permitan tener ese barrio habilitado de forma normal", informó Miguel Vargas, intendente de Atacama en el segundo reporte del día en el marco de las lluvias.