Durante su segundo día de visita en Paraguay, tras su paso por Ecuador y Bolivia, el Papa Francisco debió hacer una pausa y ausentarse durante unos diez minutos de la procesión inicial de la eucaristía en el santuario de Caacupé.
La ausencia del Pontífice generó dudas entre los presentes, las que salieron a ser respondidas por el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, y por el médico paraguayo que atiende a Francisco, Carlos Morínigo.
Lombardi, aseguró que el Papa "está bien" debido a que justo cuando empezaba la procesión, el obispo de Caacupé, Claudio Giménez, explicó que el Papa se había ausentado un momento, "emocionado", y pidió volver a cantar la canción inicial de la misa.
A los pocos minutos, Francisco apareció tranquilo con los paramentos litúrgicos y continuó la procesión. Ante las preguntas de los periodistas sobre el retraso del papa y si "estaba bien", Lombardi dijo: "está bien, como le habéis visto".
Por su parte, Carlos Morínigo, el medico paraguayo que atiende al Papa en ese país, señaló en un comunicado del Ministerio de Salud Pública que "evidentemente, por el ajetreo de los viajes, está cansado pero goza de buena salud y se encuentra animoso y feliz por el cariño de la gente".
Morínigo añadió que Francisco, quien ayer pasó su segundo día en Paraguay, cuenta con una vitalidad impresionante para cumplir con la cargada agenda prevista, a pesar de su avanzada edad, y que está atendido por el equipo de profesionales que lo acompaña en todo momento.