El primer procesado y condenado por la Ley Emilia, Gonzalo Rojas, de 27 años, fue sentenciado ayer por el Tribunal Oral en lo Penal de Viña del Mar a nueve años de cárcel, por el atropello en estado de ebriedad con resultado de muerte de un joven de 24 años en septiembre del año pasado.
Rojas había sido encontrado culpable por el tribunal el 29 de mayo pasado por el delito de conducir en estado de ebriedad con resultado de muerte, y además por no prestar auxilio a la víctima, el estudiante de arquitectura Pablo Ascencio de 24 años, a quien atropelló el 21 de septiembre de 2014.
En detalle, Rojas fue condenado a cinco años por el delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte, y a cuatro por no detenerse, ni dar cuenta a la autoridad ni brindar ayuda a la víctima, tras darse a la fuga.
Así, la pena en el caso de Rojas fue de un total de nueve años, porque la Ley Emilia establece que el delito por fuga del lugar del accidente y la negativa a los exámenes respectivos son agravantes.
Rojas se realizó un alcotest en dependencias policiales, que arrojó 1,73 gramos de alcohol por mil en la sangre.
Además, como medida accesoria se le inhabilitó de por vida para conducir.
El condenado llevaba ocho meses en prisión preventiva por orden del tribunal.
La Fiscalía de Viña del Mar había pedido al tribunal una pena de cárcel de 13 años para el conductor del vehículo, por no ayudar a Ascencio y además porque no se sometió a los exámenes de alcoholemia tras ser detenido.
El fiscal a cargo del caso, Roberto Depaux, valoró la condena efectiva. "Esta sentencia marca un precedente ya que es la primera sentencia por Ley Emilia en la región", afirmó el persecutor.
Por su parte, el padre de la víctima, Pedro Ascencio, agradeció la labor de Depaux. "Yo y mi familia estamos muy satisfechos por el excelente trabajo realizado por el fiscal Depaux. Creemos que fue muy acucioso y profesional, y muy claro en las reuniones y audiencias", afirmó tras conocer la sentencia del tribunal.
En tanto, la mujer que acompañaba al conductor del vehículo el día que ocurrió el atropello, Katherine Antequera, fue condenada como encubridora del delito a 400 días de presidio menor en su grado mínimo, pena que no la privará de libertad y a tres años de vigilancia.