La ayuda comienza a llegar al epicentro del terremoto en Nepal
Asia. La entrega de suministros ayer era caótica en las aldeas más afectadas por el sismo. La historia de una guagua de cuatro meses encontrada con vida entre los escombros conmovió a los nepalíes.
Con las palmas unidas en señal de súplica, mujeres nepalesas imploraban ayer por alimentos, refugio y cualquier suministro que un helicóptero hubiera traído a la aldea montañosa Gumda, devastada cerca del epicentro del terremoto que mató a más de cinco mil personas el sábado pasado.
En contraste con la capital, Katmandú, donde la mayoría de los edificios no se derrumbó completamente, los caseríos que están al pie de las montañas en el distrito de Gorkha quedaron asolados. Las viviendas fueron reducidas a montones de escombros de piedras y madera astillada.
"Tenemos hambre", reclamó una mujer llorosa que dijo llamarse Deumaya, mientras se señalaba el estómago y abría la boca en señal de desesperación. Otra mujer, Ramayana, con los ojos desencajados, repetía como una letanía "¡Hambre! ¡Estamos hambrientos!"
Pero los alimentos no son la única necesidad en esos parajes lejos de los caminos pavimentados, el tendido eléctrico y otras ventajas del mundo moderno. En estos días hasta el agua escasea. La comunicación es dificultosa y la atención médica moderna es un lujo que muy pocos de allí han visto jamás.
Gumda es una de un puñado de aldeas que recibieron toda la fuerza del terremoto de magnitud 7,8 del sábado.
Cuando un helicóptero aterrizó ayer con bolsas de arroz de 40 kilos, el viento y la lluvia azotaban el terreno montañoso. Al ver las condiciones, Geoff Pinnock, del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, gritó para poder ser escuchado mientras rugían las hélices: "El próximo cargamento será de láminas de plástico. Esta gente necesita abrigo más que alimentos".
Unos 200 aldeanos se agolparon bajo unos pocos paraguas y lonas impermeables para recibir la ayuda.
"Evidentemente se necesitan más helicópteros, más personal y por cierto más elementos de ayuda, incluso equipos médicos, abrigo, carpas, agua, elementos de higiene y alimentos", dijo Pinnock, que coordina los vuelos de asistencia.
Como ocho millones de nepaleses resultaron afectados por el sismo, incluso 1,4 millones en necesidad de ayuda alimenticia inmediata, Pinnock dijo que el esfuerzo de asistencia podría prolongarse meses. "Esto no se soluciona de un día para otro", comentó.
En Katmandú, unas 200 personas protestaron afuera del Parlamento pidiendo más buses para volver a sus casas en partes remotas de la nación y agilizar la distribución de la ayuda. El Gobierno ha recibido duros cuestionamientos ya que la ayuda llega a los necesitados con mucha lentitud.
La policía nepalesa informó ayer que la cifra de muertos por el terremoto ascendía a 5.027. Otras 18 personas murieron en las laderas del Monte Everest y 61 en la vecina India. La agencia noticiosa oficial china Xinhua dijo que hubo 25 muertos en Tíbet.
El desastre también dejó más de 10 mil heridos y miles más quedaron sin hogar. La ONU informó que el desastre afectó a 8,1 millones de personas (más de una cuarta parte de los 27,8 millones de habitantes del país) y que 1,4 millones necesitaban alimentos. Así, cifró en US$ 415 millones los recursos necesarios para auxiliar a los afectados.
En medio del caos, la historia de una guagua encontrada con vida entre los escombros entregó algo de esperanza a los nepalíes. Según consignaron los medios locales, Awal Awal, de cuatro meses, sobrevivió 22 horas debajo de los restos de su casa destruida, hasta que fue rescatada por soldados. Sus padres la habían dado por muerta.
Luego de cuatro días, ayer finalmente fueron contactados los seis chilenos que se encontraban inubicables producto del terremoto en Nepal. La Cancillería confirmó que con este hallazgo, los 72 chilenos que conforman la lista manejada por el Gobierno se encuentran con vida. Esto se logró gracias al trabajo coordinado entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y los familiares de los afectados para confeccionar la nómina e iniciar su búsqueda. El cónsul chileno en Nueva Delhi, Gustavo Cantuarias, viajó a Katmandú para gestionar la salida de Nepal de quienes lo deseen.
8
millones de
nepalíes resultaron afectados por el terremoto del sábado pasado.
US$ 415
millones de
ayuda urgente para la población de Nepal pidió ayer Naciones Unidas.