La necesidad de estudios en la población tras la catástrofe
análisis. A pesar que el Gobierno señala que los resultados preliminares de las muestras tomadas al lodo y al suelo están bajo el límite de riesgo, expertos consideran que a partir de la catástrofe se debe hacer un estudio acabado en la salud de la población. Además recomendaron que embarazadas y menores eviten exponerse al polvo y al barro que pudiesen estar contaminados con metales pesados.
A casi un mes de la catástrofe que azotó la región de Atacama con 17 aluviones, hay inquietud en la población respecto de la posible contaminación que generó la emergencia.
El 9 de abril, el Ministerio de Salud, en conjunto con el Instituto de Salud Pública (ISP), y el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (CITUC) informaron los valores referenciales de evaluación ambiental en lodo y suelos tras los aluviones, así como también los resultados preliminares de las muestras tomadas por fluorescencia de rayos X (pistolas) en Tierra Amarilla, Diego de Almagro y El Salado.
Según el Ministerio de Salud, los resultados preliminares revelaron bajos niveles de materiales pesados. En el caso del arsénico, se encontraron 90 partes por millón (ppm), cifra menor en relación a los 125 ppm que representa un riesgo para la población. En el caso del plomo, se hallaron 80 ppm, muy por debajo de los 400 ppm establecido como el límite de riesgo.
Tras entregar los resultados preliminares el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, hizo un llamado a la tranquilidad, puesto que entre las posibles causas para explicar estos bajos índices, probablemente la cantidad de agua "fue de tal nivel que se produjo un efecto de dilución en un área demasiado grande como para que las concentraciones fueran riesgosas", dijo.
Sin embargo, ante estos resultados preliminares el toxicólogo y presidente del Departamento de Medioambiente del Colegio Médico, Andrei Tchernitchin, en una entrevista con CNN Chile manifestó que los niveles encontrados "es un riesgo que hay que tomar en consideración. Los 90 ppm es mucho".
Respecto a la existencia del arsénido manifestó que "en los adultos, la mortalidad por cáncer no va a aumentar en forma significativa (...), pero la exposición de los niños sí es muy grave".
Sobre los niveles de plomo detectados en el informe de Gobierno el toxicólogo explicó que "hay muchos estudios que muestran una correlación de niveles mucho más bajos de plomo en escuelas y produce una disminución del rendimiento escolar", explicó a CNN Chile.
Consultado por Diario Atacama respecto al tema el experto del Colegio Médico manifestó que "hemos tomado muestras de agua potable y de residuos sólidos transportados por el aluvión, con probable contenido de relaves. Propuse tomar medidas precautorias con niños pequeños y mujeres embarazadas por probables daños a su salud".
Hay otros especialistas que concuerdan con el toxicólogo Andrei Tchernitchin respecto a la precaución que se debe tener con algunos grupos de la población. "No deben esperarse riesgos crónicos, ni tampoco episodios agudos inmediatos vinculados a la presencia de metales en el suelo. La mortalidad por cáncer no debería aumentar significativamente a causa de este suceso. Sin embargo, es recomendable evitar la exposición de los receptores más sensibles: niños, embarazadas, adultos mayores, quienes pueden experimentar complicaciones en sus respectivos estados de salud a causa de la presencia de metales y porque ellos son los receptores más sensibles", explicó Isel Cortés, dra. jefa L.Q.A. del Centro Nacional del Medio Ambiente (Cenma).
SE REQUIEREN ESTUDIOS
Isel Cortés, entregó su perspectiva respecto de la situación de catástrofe en Atacama.
La rotura del alcantarillado y de otras instalaciones puede significar la liberación de gases tóxicos diversos. Sin embargo, en condiciones de ventilación estos gases son diluidos y transportados a la atmósfera. La medición de estos gases es más importante para la protección de quienes están trabajando en las zonas afectadas. La población sensible (niños, embarazadas, adultos mayores) debería evitar exponerse a estas sustancias, al igual que los metales. Y evitar esta exposición significa alejarlos de los lugares donde se realiza el trabajo. Por eso lo consideramos más relevantes para asegurar la integridad de los que trabajan en la emergencia.
La propia condición de gases de estos compuestos, implica que se dispersan en el aire. No es la situación de una emisión continua que se genera en una chimenea, o de largo tiempo que se genera en un incendio forestal no controlado.
La salud de la población en todas las zonas afectadas debería abordarse con los siguientes alcances:
- Como registro completo de la situación de salud en el momento "reciente" postevento (meses). Este registro debería hacerse con exámenes y también con la aplicación de la Encuesta Nacional de Salud. De esta manera se puede:
1.- Comparar los resultados de la encuesta de salud con la información disponible a nivel regional y también nacional para comprobar el impacto del evento en las condiciones generales de salud de la población afectada.
2.- Identificar patologías que hayan sufrido alteraciones respecto de lo histórico: respiratorias, sicológicas, traumatismos u otras.
3.- Identificar patologías y receptores que requieran seguimiento de mediano y largo plazo. Esto a partir de conocer (además) los contaminantes potencialmente involucrados en el evento y sus efectos en salud.
- Como información de comparación para los efectos de largo plazo que puedan presentarse y su eventual relación con el desastre.
- Como criterio de manejo de catástrofes naturales para otras situaciones semejantes.
Las personas que limpian la calle, el alcantarillado, el barro deben usar botas que protejan sus pies, ropa que cubra su cuerpo (en lo posible), protectores para los ojos y los oídos, mascarillas porque se levanta polvo, guantes para proteger sus manos. En lo posible destinar una ropa para las labores de limpieza y no mezclarla con otra ropa ni con la ropa del resto de las personas de su casa.
Vacunarse es recomendable para todo el personal en la zona, vigilar el cansancio físico como fuente de otras complicaciones y accidentes.
Hidratarse y beber leche para eliminar toxinas relacionadas con químicos y lavarse bien las manos.
La calidad del aire debería medirse, pero lo primero es recuperar las estaciones que se han usado históricamente. La calidad del aire se evalúa con mediciones de largo tiempo (años). Por eso es importante recuperar el funcionamiento de las estaciones que operan desde hace tiempo. Se pueden instalar equipos móviles para mediciones de corto plazo, lo que contribuye a disminuir la sensación de contaminación. Pero eso no es una evaluación rigurosa de la calidad del aire en cuanto a su composición. Para estos estudios, lo principal que afecta a las personas debe ser el polvo grueso y el polvillo que se genera del movimiento del material sólido. Ese polvo se mueve con el viento, es molesto, se mide próximo a los lugares de deposición, a 1,5 m del suelo aproximadamente. La recolección de muestra habitualmente demora 28 a 30 días. Lleva tiempo obtener una serie de datos respecto de la cantidad de polvo y su composición en un lugar determinado. Cada muestra demora aproximadamente 1,5 a 2 meses para llegar al resultado.