Mientras rescatistas asistieron ayer dos nuevas emergencias de inmigrantes frente a las costas de Libia, y una tercera embarcación encalló cerca de Grecia tras un fin de semana de desastres que habría dejado cientos de muertos, altos funcionarios europeos intentan buscar fórmulas para contener la ola de tráfico de inmigrantes procedentes de África y el Medio Oriente.
El primer ministro italiano Matteo Renzi criticó citado por la agencia AP lo que calificó de un "aumento importante en los viajes de la muerte", y pidió una respuesta europea unida para combatir la crisis humanitaria en el Mediterráneo.
"Nos enfrentamos a una actividad delictiva organizada que gana muchísimo dinero, pero sobre todo arruina muchas vidas", dijo Renzi en una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro de Malta, Joseph Muscat.
Ayer continuaban las labores de recuperación de cadáveres tras la desaparición de cientos de personas el domingo en el naufragio de un barco pesquero.
Renzi reconoció que el problema de la inmigración "no es fácil de resolver", pero aseguró que pasa por garantizar la estabilidad en Libia, algo que no se logra con la intervención militar. "La intervención en Libia no está sobre la mesa, sino que lo que hay que hacer es ayudar a garantizar la estabilidad en el país", insistió.
Malta colabora con Italia en la búsqueda de sobrevivientes y en la recuperación de cadáveres tras la última gran tragedia en el Mediterráneo, en un naufragio 130 kilómetros al norte de Libia, en el que se cree que podrían haber perdido la vida el domingo entre 700 y 950 personas.
Solo fueron rescatados 28 supervivientes y se recuperaron 24 cadáveres y existen muy pocas esperanzas de encontrar más supervivientes, en medio de testimonios que aseguran que otros viajeros fueron encerrados en el interior de la embarcación.
la respuesta europea
La respuesta de la Unión Europea no se hizo esperar, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció la creación de un "grupo de trabajo" contra el tráfico de seres humanos y pidió "responsabilidad compartida" en Europa para salvar más vidas.
Mogherini anunció un grupo de trabajo contra el tráfico de seres humanos que podría operar en los próximos días y aseguró que la UE prepara un plan de 50 páginas para aliviar la situación en Libia, combatir las redes de tráfico humano y asistir a sus víctimas.
La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró ayer que la cumbre del G7 que se celebra en junio en Alemania tratará el tema y, sobre todo, las raíces del fenómeno. Según DPA, el G7 se propone discutir no solo ayuda a los países africanos, sino también formas para mejorar la gobernabilidad en esos países. "Es importante que llamemos las cosas por su nombre", dijo Merkel, quien aseguró además que su Gobierno "hará todo para continuar la lucha contra los responsables del tráfico de personas".
El Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH., Zeid Ra'ad al Hussein, pidió ayer a la UE que lidie con los flujos de inmigrantes hacia Europa de manera "más sofisticada, más valiente y menos inhumana".
Al menos tres personas murieron ayer al encallar una embarcación con inmigrantes ante las costas de la isla griega de Rodas. Según explicó a EFE un vocero de la Guardia Costera, una mujer, un hombre y un niño perdieron la vida y 90 personas fueron rescatados, de las que 57 fueron derivadas a comisarías y otras 23 a hospitales. El accidente, de motivos desconocidos, dejó a la nave de madera varada en las rocas cerca de la playa de Séfiros. Posteriormente se hundió.