la actividad física mejoraría las funciones cognitivas de los niños
Investigación. Un estudio relaciona
Un estudio realizado por la Universidad de Illinois, encabezado por el doctor Charles H. Hillman, evaluó la relación directa entre la actividad física y la mayor capacidad de concentración, el manejo de información y la realización de tareas múltiples de los niños preadolescentes.
El cerebro, sobre todo el de los pequeños, mejora sus funciones cognitivas a medida que se ejerce mayor actividad física. Algo importante debido a que durante la infancia se producen grandes cambios en la estructura de éste.
Así lo reveló la investigación, publicada por la revista Pediatrics, de la Asociación Americana de Pediatría, donde científicos analizaron durante un año a 220 escolares de entre siete y nueve años a través de un programa de ejercicios después de clases.
El objetivo del estudio consistió en evaluar el efecto de la actividad física en el cerebro y en los índices de control ejecutivo en niños preadolescentes, que es el que más impacta en el rendimiento académico.
Este manejo ejecutivo se refiere a la inhibición, es decir, la capacidad de resistir distracciones o hábitos para mantener la atención; la memoria de trabajo (mantener y manipular mentalmente la información) y la flexibilidad cognitiva (multitarea).
Hace algunos años ya es posible medir lo que ocurre dentro del cerebro, y así lo explicó el doctor Francisco Verdugo, presidente de la Comisión de Medicina del Deporte de la Sociedad Chilena de Pediatría.
"En los últimos 20 años los estudios que han buscado demostrar el impacto de la actividad física en el rendimiento cognitivo han aumentado en forma exponencial. Ocurre que con el uso de la Resonancia Nuclear Magnética (RNM) se ha podido demostrar cómo el ejercicio puede moldear el funcionamiento cerebral en general; más específicamente, aumenta la sustancia gris de la corteza motora, y en escolares con déficit atencional e hiperactividad disminuye el uso de fármacos o incluso puede llegar a suspenderse", aseveró.
En el trabajo realizado por los científicos, los niños fueron sometidos a una serie de pruebas para medir su capacidad aeróbica y su función cerebral, específicamente en el control ejecutivo.
Luego, los estudiantes fueron divididos en dos grupos de 110 cada uno, y asignados aleatoriamente tanto al programa de actividad física (grupo de intervención) como a una lista de espera (grupo de control).
Los del primer conjunto eran llevados cada día, después de la jornada escolar, a un centro recreativo en el campus de la Universidad de Illinois, donde permanecían dos horas.
Su programa comprendía variadas actividades físicas apropiadas para su edad, destinadas a mejorar su capacidad aeróbica y sus habilidades motrices. Todo esto medido con monitores cardíacos y podómetros para medir la cantidad de kilómetros recorridos.
Mientras, los del segundo grupo siguieron con sus actividades habituales.
Al término de los nueve meses del programa, los menores repitieron las mismas pruebas físicas y cognitivas del inicio, donde los resultados revelaron que los niños del primer grupo de intervención no sólo mejoraron su estado físico, sino que exhibieron mejoras sustanciales en las pruebas cerebrales de la función ejecutiva.
Esos avances se notaron en los test relacionados con la "inhibición atencional" (capacidad de bloquear información irrelevante y concentrarse en la tarea en cuestión), la capacidad de almacenar información y la flexibilidad cognitiva. Incluso, los niños que asistieron a más sesiones tuvieron puntuaciones más altas que los demás.
Si bien los alumnos del grupo de control también elevaron sus calificaciones -sus cerebros también están en desarrollo-, el proceso fue más rápido y expansivo en los estudiantes que habían realizado actividad física.
El manejo o control ejecutivo es aquella función que más impacta en el rendimiento académico de los estudiantes preadolescentes. Esta característica consiste en la inhibición, que es la capacidad de resistir distracciones o hábitos para mantener la atención; la memoria de trabajo, aquella que mantiene y manipula mentalmente la información; y la flexibilidad cognitiva, es decir, el poder realizar tareas múltiples.
Estudio
Como conclusión de la investigación se estimó que hay una relación directa entre hacer ejercicio y la mejora de las funciones cognitivas de los estudiantes.
Beneficios Mayor capacidad de concentración, mejor manejo de información y la realización de actividades múltiples son parte de los beneficios que reveló la investigación.
Resultado
"Una actividad física activa durante la infancia puede tener efectos protectores sobre la salud del cerebro durante toda la vida", aseguraron los autores del estudio.